Francia pone objeciones al plan de ataque de Estados Unidos

J. V., El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, fracasó ayer en el principal objetivo de su viaje a París: conseguir la aprobación de las autoridades francesas para las medidas bélicas preparadas por la Administración Clinton, si los serbios de Bosnia rechazan el plan Vance-Owen. Christopher, sin embargo, obtuvo el apoyo de Francia a sus proyectos para el mantenimiento de la paz en Bosnia, en los que intervendrían también fuerzas terrestres estadounidenses, si el Parlamento serbio termina aceptando el plan de paz.

El jefe de la diplomacia de EE UU se entrevistó sucesivamente con el presidente, François Mitterrand; con el primer ministro, Edouard Balladur; con el ministro de Defensa, François Leotard, y con el de Exteriores, Alain Juppé. El día anterior, Christopher había logrado un resultado parecido en sus conversaciones en Londres con líderes británicos, españoles y griegos.

Tras cuatro horas de entrevistas con los dirigentes franceses, Christopher fue incapaz de arrancarles su apoyo previo a los proyectos de Clinton para efectuar bombardeos aéreos de las posiciones de los serbios de Bosnia y levantar el embargo de armas que pesa sobre los musulmanes de esa república.

Según Alain Juppé, si el Parlamento de los serbios de Bosnia no acepta el plan Vance-Owen, EE UU y sus aliados deberán celebrar nuevas conversaciones. En ese caso, precisó, Francia "no excluye ninguna medida".

Preguntado sobre si se sentía decepcionado por el resultado de sus conversaciones europeas, el secretario de Estado nortamericano respondió: "Lo cierto es que la adopción de medidas militares será más urgente si es rechazado el plan de paz". No obstante, precisó que una ofensiva militar contra los agresores serbios de Bosnia necesitará "la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU".