Recibimiento triunfal para los 15 primeros palestinos desterrados desde 1967 que vuelven a su tierra
La ciudad de Jericó, en Cisjordania, próxima a la frontera con Jordania, ofreció ayer un recibimiento triunfal al primer grupo de 15 palestinos autorizados por Israel a volver a su tierra después de haber sido desterrados años atrás. Llevados a hombros por la muchedumbre en medio de la alegría popular, fueron recibidos por los ululatos de las mujeres palestinas, con su vestido tradicional y su velo blanco. Antes de entrar como triunfador en los territorios ocupados, el grupo había sido retenido durante varias horas en la frontera por los militares israelíes para cumplir con varias formalidades burocráticas. Varios colonos fueron detenidos por intentar obstaculizar su vuelta.
Militantes curtidos como el líder comunista Fayek Warad, de 74 anos, expulsado en 1967, apenas podían disimular su emoción. Una larga ovación saludó la llegada de Hanna Nasr, de 57 años, rectora de la Universidad palestina de Bir Zeith, quien afirmó su determinación de "luchar hasta el establecimiento de un Estado palestino".La gente en la calle parecía como borracha de alegría. Millares de palestinos procedentes de toda Cisjordania habían invadido la "ciudad de las siete fuentes", como se denomina a Jericó. Unos vehículos militares israelíes intentaban, con mucha dificuldad, abrirse paso en medio de la muchedumbre. No había esta vez, sin embargo, ningún clima de hostilidad. Los soldados fingían no ver los dos enormes retratos de Yasir Arafat, el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que llevaban jóvenes palestinos. "`Viva Al Fatah" (el principal componente de la OLP), se oía en los altavoces, mientras se podía leer en un gran cartel: "Los israelíes quieren encadenarnos, pero jamás nos rendiremos".
Ziad Abu Zayatt, uno de los consejeros de la delegación palestina que negocia en Washington, participó en el recibimiento. "El clima es de alegría hoy", recalca, "y se parece al que reinaba al inicio de las conversaciones de paz en Madrid, en noviembre del 1991 ".
Y añade: "Cuando nuestro pueblo ve que Israel busca la reconciliación y quiere negociar seriamente, la influencia de los enemigos de la paz en el seno de la población palestina se reduce inmediatamente. Cuando renace la esperanza tiene que batirse en retirada Hamás" (la organización fundamentalista que se opone al proceso de paz).
Las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron precisamente ayer en Jericó a cinco miembros de Hamás, que habían amenazado de muerte a Sayib Arikat, uno de los miembros de la delegación palestina que negocia en Washington con Israel. Por otra parte, el. Ejército israelí detuvo ayer a varios colonos israelíes que intentaban bloquear la carretera de acceso a Jericó cerca de El Bireh, con el fin de protestar contra la repatriación de Abdel Jawad Saleh, de 66 años, el alcalde de El Bireh que fue expulsado en 1973 y es miembro del Consejo Nacional Palestino.
Los 15 desterrados que protagonizaron ayer este retorno triunfal fueron expulsados por Israel en el periodo comprendido entre la ocupación de Cisjordania y Gaza, en 1967, y el inicio de la Intifada, la sublevación palestina en los territorios ocupados, en diciembre de 1987. La llegada de un segundo grupo de 15 desterrados está prevista para el próximo lunes.
Mientras tanto, el ambiente era ayer muy distinto en el seno de otro grupo de expulsados: los casi 400 que Israel deportó hacia la tierra de nadie al sur de Líbano. Desde el lunes, el grupo ha dejado su campamento y efectúa una sentada a 200 metros del primer puesto de control israelí.
Los palestinos ya han pasado cuatro noches a cielo abierto y han anunciado que proseguirán hoy con su actitud con el fin de protestar contra la participación de una delegación palestina en las negociaciones de paz de Washington con Israel. Temen, además, que la autorización dada por Israel a la vuelta de 30 palestinos desterrados anteriormente constituya un montaje para que la opinión pública internacional les olvide.
Conversaciones de paz
Por otra parte, la primera semana de conversaciones entre árabes e israelíes en Washington concluyó como se temía: poca flexibilidad, pocas concesiones de ambas partes, poco diálogo y pocos avances, informa desde Washington.Los representantes de Siria, Jordania, Líbano, Israel y los palestinos volverán a reunirse después del fin de semana, pero las esperanzas de progresos reposan más en el voluntarismo de los promotores norteamericanos que en las palabras de los negociadores.
En el conflicto entre Siria e Israel, todo sigue pendiente de un compromiso para que el Gobierno de Isaac Rabin devuelva el territorio del Golán a cambio del reconocimiento diplomático de Damasco, pero ninguna de las dos partes quiere dar el primer paso en ese sentido.
En relación con la negociación entre palestinos e israelíes, el asunto que ocupa el centro de la atención, la portavoz de la delegación palestina Hanán Ashraui mostró ayer cierto optimismo y declaró: "Por primera vez, después de un año y medio, estamos empezando a negociar".
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