_
_
_
_
_

El Principe cree urgente que la ONU redoble su esfuerzo en los Balcanes

La Agrupación Málaga desembarcó ayer en el puerto de esta ciudad, en donde! se le tributó un multitudinario recibimiento, tras cumplir durante seis meses una misión de pacificación en Bosnia. El Príncipe de Asturias, que presidió los emotivos actos, aseguró que "resulta imperativo que los organismos internacionales, encabezados por Naciones Unidas, redoblen sus esfuerzos para devolver la paz a la antigua Yugoslavia".

Más información
Detalles para el recuerdo

A las 11.26 pisó tierra española el primero de los 565 militares que regresaron en el buque Castilla y, que fueron acogidos como héroes. Casi 5.000 personas se concentraron en el puerto de Málaga, entre ellas una representación de la colonia bosnia refugiada en Mijas con una pancarta de agradecimiento a la Legión.La, alegría del reencuentro no impidió que muchos se mostraran pesimistas sobre la evolución del conflicto bélico en los Balcanes. "Es dificil ayudar, creo que la única solución es militar. Con buena fe no se puede hacer nada porque esa gente está muy exaltada", afirmó uno de los militares.

Los testimonios ratificaron las palabras del Príncipe, quien en su alocución dijo a las tropas: "Habéis podido comprobar cómo en plena Europa, y en nombre de la religión y de la raza, se producen violaciones masivas de los derechos. humanos y atrocidades que ya dábamos por superadas. Habéis sido testigos de los sufrimientos de seres inocentes, ancianos, mujeres y niños, causados por un conflicto ante el cual el mundo no puede permanecer impasible".

El Príncipe agradeció el esfuerzo realizado estos seis meses por la Agrupación Málaga, y destacó que, "a pesar de tantas dificultades, habéis superado todos los desafíos, convirtiendo la llamada ruta de la muerte del río Neretva en la principal vía de suministro a Sarajevo".

Los mandos de la agrupación destacaron que entre sus hombres no se ha producido ni una sola baja. El reencuentro con las familias contó con las lógicas escenas de emoción, después de un viaje de regreso que para algunos resultó casi eterno. "He estado más nervioso en el viaje que en los seis meses allí", aseguraba un paracaidista mientras su hermana se alborozaba porque lo encontraba "gordo, fuerte y colorao". Un legionario menos olvidadizo evocaba los momentos tremendos en que caían las bombas a su lado o la contemplación de intercambios de muertos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"He estado a punto de besar la tierra, pero me ha dado no sé qué", aseguró el teniente coronel Alfonso Armada Sarriá, jefe de la IV Bandera de la Legión, quien admitía que casi no creía estar de nuevo en España después de la tensión vivida los últimos seis meses, aunque al mismo tiempo se confesaba orgulloso por el éxito de la misión.

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, concluyó que la misión de los cascos azules españoles en Bosnia-Herzegovina "ha servido para que muchos españoles se reencuentren con sus Fuerzas Armadas, para comprender que es necesario disponer de unos ejércitos bien dotados y bien entrenados para que España haga un papel digno e importante en la escena internacional". García Vargas destacó que la misión ha sido cumplida con "diligencia y eficacia", y deseé la misma suerte a la Agrupación Canarias y a. los militares españoles destacados en El Salvador, Mozambique y Angola.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_