Clarificación en Rusia

(...) El referéndum del 25 de abril en Rusia ha aportado una clarificación saludable en el embrollo político de Moscú. Aunque la victoria de Borís Yeltsin no haya sido total, sus oponentes han perdido el pulso que mantenían con él. (...)Se trata de otra prueba de la extremada paciencia de los rusos, pero todavía más del buen juicio que les lleva a convencerse de que no hay soluciones alternativas al camino que se ha elegido y de que la solución no puede ser en ningún caso la de volver al pasado comunista, del que el Parlamento (...) se ha convertido en símbolo. (...) Ni Jasbulátov ni Rutskói han aparecido como líderes con credibilidad. Además, ambos habían olvidado las cualidades de Borís Yeltsin como animal político, tanto más temible cuanto mayor sea la amenaza a que se enfrente. (...)

Queda saber cómo explotará el presidente esta nueva victoria. (...) Borís Yeltsin no puede considerar aprobado por el pueblo su proyecto de Constitución, cuyas líneas maestras tan sólo se han publicado en vísperas del referéndum. (...) Todo indica que Yeltsin seguirá adelante con su proyecto de régimen presidencial, aunque sea con una sacudida brusca del Parlamento.

Yeltsin debería sentirse estimulado a dar un empujón al ritmo de las reformas. Así lo espera la comunidad internacional, no solamente los países del Grupo de los Siete (...), sino también las antiguas repúblicas soviéticas. (...)

27 de abril