Serbia duda si abandonar a sus aliados de Bosnia
Los dirigentes de la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro) intentaron a última hora que los serbios de Bosnia aprobaran el plan de paz de Cyrus Vance y David Owen. Una vez que el auto proclamado Parlamento serbio de Bosnia ha rechazado la paz, el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, se debate entre dos opciones: abandonar a sus aliados de Bosnia, desobedientes por primera vez, o apoyarles en su guerra.
El bloqueo económico internacional, sin embargo, resta capacidad a Belgrado para apoyar a sus hermanos de Bosnia.El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, envió al ministro de Exteriores yugoslavo, Vladislav Jovanovic, para que entregara a los parlamentarios serbios de Bosnia una carta en la que exigía la firma del plan de paz.
La carta enfureció a los diputados serbios de Bosnia, y reforzó su convicción de enfrentarse al mundo entero. Los hijos políticos de Milosevic -los de Krajina, Bosnia y los ultranacionalistas de Serbia- se rebelaron en contra de un padre dispuesto a sacrificarlos para conservar el poder en Serbia.
Aunque los extremistas serbios se han infiltrado ya en la policía y en el Ejército de Belgrado, la presión ejercida por la comunidad internacional logró cambiar los apoyos tradicionales y poner de manifiesto las verdaderas intenciones de Milosevic: conservar la paz en el territorio yugoslavo a costa de abandonar a los serbios de Bosnia.
Sólo los dirigentes montenegrinos instaron con anterioridad al uso de la razón: "Reconoceremos el verdadero patriotismo si, además de la lucha justa, optamos por el compromiso", manifestó el ministro de Exteriores Miodrag Lekic.
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