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ALARMA POR LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

El Bundesbank baja los tipos de interés presionado por la recesión de su economía

Después de innumerables señales equívocas, el Bundesbank (el Banco Central alemán) decretó ayer una importante bajada de los tipos de interés -la tercera del año-, lo que provocó un suspiro de alivio colectivo en una Europa, sumida cada vez más profundamente en la recesión y cortó radicalmente los ataques que se habían empezado a producir contra las monedas más débiles del Sistema Monetario Europeo (SME).

El tipo de interés denominado lombardo bajó medio punto, situándose ahora en 8,5%, mientras que: el de descuento lo hizo en un cuarto de punto, con lo que queda en un 7,25%.

La única razón lógica que explica la decisión de las autoridades monetarias de Francfort hay que buscarla en la profundidad de la recesión económica que sufre toda Europa y, especialmente, Alemania.

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Todos los demás parámetros sobre los que el Bundesbank construye su política monetaria apuntaban en dirección contraria. El control de la inflación, el eje principal sobre el que se mueve el Buba, no parece haber sido tenido en cuenta. Ayer se conocieron los primeros datos sobre el aumento del índice de los precios durante el presente mes de abril referentes a los cuatro länder (Estados federados) más importantes. Todos ellos apuntan a un incremento mensual de un 0,3%, lo que supondrá una subida de la inflación interanual del 4,2% con que se cerró el mes de marzo a un 4,3%.

El ministro de Economía, el liberal Günter Rexrodt, reconoció ayer en la Feria de Hannover que el declive de la economía alemana en 1993 puede ser mucho mayor que el que los expertos del Gobierno habían previsto y que el Producto Nacional Bruto (PNB) podría reducirse hasta un 2% en 1993. "Estamos en una recesión profunda", dijo, "nadie puede seriamente vaticinar cuán profunda ni cuánto va a durar, pero menos dos es un número que no

puede ser descartado".

Alegría desbordante

En estas circunstancias se comprende que la noticia de la bajada de los tipos fuera recibida en Hannover con una alegría desbordante que nadie escondía.A las 15.00 horas, tras un sospechoso aplazamiento de una hora que evitó que la noticia precediera a la conferencia de prensa convocada por el nuevo primer ministro francés Edouard Balladur y el canciller Helmult Kohl, el presidente del Bundesbank, Helmult Schlesinger, anunció la bajada de los tipos explicándola como "un pequeño paso y la continuación de la política de este banco de una cautelosa reducción de los tipos de interés que coincide con un fuerte deterioro de la economía alemana". Schlesinger reconoció que la inflación se mantiene tozudamente alta, aunque indicó que esperaba que las medidas tomadas conseguirían, a medio plazo, reducirla a la cifra óptima en torno al 2%.

El presidente del Bundesbank explicó asimismo que el M-3 (el dinero en circulación), que subió en 3,2% el pasado mes de marzo -una cifra importante-, no era significativo, sino que suponía una vuelta a la normalidad después de un periodo de contracción monetaria. [Fuentes financieras destacan que el crecimiento de este agregado monetario está hinchado por la devolución del préstamo de más de tres billones de pesetas que el Bundesbank concedió al Banco de Francia para defender el franco durante la tormenta monetaria.]

Según Schelsinger, la bajada de los tipos "pondrá las cosas más fáciles para algunos de nuestros vecinos en el frente de la política monetaria". Pese a insistir en que la bajada del precio del dinero en otros países europeos "no depende exclusivamente de las decisiones del Bundesbank", el presidente del Banco Central alemán, consciente del regalo que le estaba haciendo a Balladur, no pudo evitar una referencia concreta a Francia, a la que puso como ejemplo de buena gestión recordando que había sido capaz de bajar sus tipos "con buenas noticias y políticas claras".

La Bolsa de Francfort reaccionó con una espectacular subida, especialmente en las grandes empresas, las más afectadas por la crisis, como DaimIer, cuyas acciones subieron cinco marcos, Siemens o Bayer. El marco, por el contrario, se depreció con respecto al dólar y al yen. En relación con la moneda japonesa, alcanzó un mínimo histórico.

A nivel político, las reacciones fueron inmediatas. Ya en la conferencia de prensa con Balladur, Kohl, que probablemente conocía la noticia, había indicado que "vamos en la buena dirección". Para el ministro de Hacienda, Theo Waigel, la bajada de los tipos "ayudará a restablecer el dinamismo económico".

El presidente de los liberales (FDP), el conde Otto Lambsdorff, indicó que "el margen del Bundesbank para la bajada de los tipos de interés es pequeño, por eso actúa de manera correcta si aprovecha este margen con cautela". La posición socialdemócrata no es de la misma opinión. Su experto Uwe Jens criticó la medida calificando la bajada de "marginal" y asegurando que en la política económica del Gobierno "reina el caos" y que "la coyuntura está a la deriva".

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