La CE y la EFTA dan buenas palabras y poca ayuda a los países del Este
Los países del Este y Centroeuropa recibieron ayer en Copenhague buenas intenciones, pero nada concreto de los países ricos de la Comunidad Europea (CE) y de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). Al término de una conferencia de dos días sobre el desarrollo económico en las antiguas naciones del bloque comunista, que fue convocada por Dinamarca y congregó a representantes de 30 países, los ministros de Asuntos Exteriores del centro y el este de Europa se llevaron a casa un documento lleno de palabras bonitas, pero ningún apoyo sustancioso.El documento final de la reunión se propone trabajar para crear un área más amplia de libre comercio y cooperación económica. Sin embargo, no fija ninguna fecha para el ingreso de las naciones del este europeo en la Comunidad Europea.
Estas naciones esperaban que en el encuentro se diesen fechas para su entrada en el club de Bruselas después de que lo hagan los países miembros de la EFTA (Suecia, Noruega, Finlandia y Austria).
El jefe de la diplomacia húngara, Géza Jeszenszky, advirtió a la Europa desarrollada de los peligros que se corren si los problemas del centro y este europeos quedan apartados en un segundo lugar para dar prioridad a la situación en Rusia, que está consiguiendo ayuda económica de los países más industrializados, del mundo.
"La democracia y el desarrollo económico se extenderán de Oeste a Este, y puede ser fatal pasarnos por alto", agrego Jeszenszky, quien desea que su país se integre en la Comunidad Europea cuanto antes, a ser posible en 1996.
El documento reconoce, por otra parte, que las antiguas naciones comunistas han dado el primer paso hacia la economía de mercado, y sus nuevas democracias se consolidan con el respeto de los derechos humanos y la celebración de elecciones; democráticas.
Promesas
El resultado de esta conferencia, cuya convocatoria fue recibida por algunos países comunitarios con frialdad al enviar a altos funcionarios en vez de a sus ministros de Exteriores, concuerda con las escasas esperanzas de obtener resultados concretos con las que se inauguró la reunión. Los representantes de los países del este europeo sólo han conseguido promesas de que no serán excluidos del proyecto de la gran Europa.
El primer ministro danés, el socialdemócrata Poul Nyroup Rasmussen, prometió el martes presionar al resto de los países de la Comunidad Europea para, que reconozcan lo antes posible un acuerdo aprobado hace medio año entre Bruselas, Polonia, Hungría y las repúblicas Checa y Eslovaca sobre cooperación política y supresión de algunas barreras comerciales. Hasta ahora, sólo Dinamarca, Irlanda y Reino Unido han ratificado ese acuerdo.
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