Aviones de la OTAN parten hoy desde Italia para vigilar la zona de exclusion en Bosnia

La suspensión de los vuelos con alimentos y medicinas, una nueva concentración de artillería serbia en torno al aeropuerto de Sarajevo y el comienzo hoy de las patrullas de aviones de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) para imponer la prohibición de vuelo sobre Bosnia-Herzegovina, paralizaron ayer la gestión humanitaria internacional en los Balcanes. Un total de 19 bases italianas servirán de apoyo a los 70 aviones de la OTAN, aportados por EE UU, Francia y Holanda. El general Philippe Morillon negó ayer que vaya a ser relevado al frente de los cascos azules en Bosnia.

Los civiles de la localidad de Srebrenica en Bosnia oriental no pueden ser evacuados, ya que las autoridades musulmanas locales exigen a cambio garantías internacionales para impedir que la limpieza étnica impuesta por los sitiadores a las organizaciones humanitarias suponga el fin de la resistencia bosnia en la región. El general Phillipe Morillon no puede cumplir la palabra dada a los desesperados habitantes de Srebrenica de permanecer con ellos hasta que las fuerzas serbias cumplan el alto el fuego porque el mando serbio se niega a dejar le entrar en esta localidad y de forma aún más rotunda rechaza la presencia de cascos azules.Los convoyes terrestres de ayuda humanitaria están siendo sometidos a registros cada vez más exhaustivos por parte de las fuerzas serbias después del des cubrimiento, el pasado jueves, de un alijo de munición en unos camiones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), supuestamente destinado a los defensores bosnios.

Con cada vez menos capacidad de avituallamiento para los centenares de miles de refugiados y asediados, un abierto desafío de las fuerzas serbias y las crecientes tensiones entre los man dos de las fuerzas de protección de la ONU (Unprofor) sobre los métodos a utilizar para romper la obstrucción serbia a su tarea, la intervención humanitaria internacional parece hallarse en un callejón sin salida.

Mientras, las autoridades serbias en Bosnia-Herzegovina se consideran cada vez más seguras a la vista de su ya quizá irreversible avance militar en Bosnia oriental y expresan francamente sus fines políticos últimos en abierta contravención de los planes de paz.

El líder de los rebeldes serbios en Bosnia, Radovan Karadzic, amenazó por su parte con que la vigilancia de la OTAN de la zona de exclusión aérea supone un grave peligro de escalada del conflicto militar y vaticinó "el derribo de aviones por nuestros enemigos para culpamos a nosotros".

La nueva reunión, prevista para hoy, entre mandos del Ejército bosnio y de las fuerzas serbias en el aeropuerto de Sarajevo, bajo la mediación de los generales de la ONU, el sueco Lars Wahlgren y el francés Philippe Morillon, no se celebrará. Los militares bosnios dijeron que no se sentarán a negociar mientras los serbios continúen violando el alto el fuego y bombardeando Srebrenica.

Relevo de Morillon

El jefe de los cascos azules en Bosnia, Philippe Morrillon no será relevado en los próximos días como habían indicado algunas informaciones. El propio Morillon manifestó que el momento actual es vital para el desarrollo del conflicto y que no puede abandonar el cargo en estas circunstancias. París informó de que Morillon sólo será relevado en caso de petición propia, lo que no parece previsible. Sin embargo, el general declaró ayer que no planteará ningún problema si es removido del cargo.

En los enclaves musulmanes de Srebrenica y Zepa, en Bosnia oriental, las fuerzas serbias siguieron avanzando y haciendo cada vez más improbable que cualquier medida internacional pueda impedir la definitiva caída de estos últimos bastiones.

También ayer se produjeron varios muertos y heridos en la región bosnia de Tuzla bajo bombardeos artilleros. Ciudades croatas dálmatas como Sibenik y las inmediaciones de Zadar también fueron objeto de ataques de artillería serbia.

Por otra parte, a las dos de la tarde de hoy se inicia en Bosnia la operación Cielos prohibidos. En el curso de esta operación aviones aliados empezarán a patrullar el cielo de Bosnia-Herzegovina para garantizar el respeto de la prohibición de vuelo decidida por la ONU. La región véneta, con las bases de Istrana y Villafranca, junto con Friuli y su base de Aviano, constituye la mayor zona operativa de este despliegue militar.

El Ministerio de Defensa italiano ha asegurado que otras 15 bases, desperdigadas por todo el territorio nacional, darán soporte logístico a la primera línea de actuación. Las misiones aéreas serán coordinadas por el general Antonio Rossetti, que desde hace unos días está al mando de la V ATAF, fuerza aérea táctica aliada, con sede en Vicenza.

Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU se reúne hoy en Nueva York para decidir medidas que refuercen el embargo sobre la actual Yugoslavia, integrada por Serbia y Montenegro.