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Taxistas y particulares cobran precios abusivos a los viajeros a causa de la huelga de Auto-Res

Francisco Peregil

Muchos macutos con soldados y mochilas con estudiantes desembocaron el miércoles y el viernes de esta Semana Santa en la estación de autobuses Auto-Res. Se toparon con una huelga que se prolonga, desde mediados de marzo, durante los festivos y fines de semana. Hoy pretenden regresar, y la huelga continúa. Ni el comité de empresa, cuyo presidente murió en accidente de tráfico hace siete días, ni la patronal pretenden ceder. Mientras, los taxistas apostados en la puerta seguirán cobrando 7.500 pesetas a cada soldado o estudiante que desee ir a Valencia o a Salamanca, cuando en autobús sólo le costaría unas 2.000.

Hoy continúa la huelga, con servicios mínimos del 40%, eso sí, pero continúa. Perjudicará sobre todo a los que deberán presentarse de forma ineludible en aulas, oficinas y cuarteles.Algunos viajeros de Extremadura, según indicó un portavoz de la empresa que prefirió mantener el anonimato, tienen la suerte de vivir en pueblos tranquilos, pero la desgracia de que por allí no pasa el tren y de que el único transporte disponible es el autobús de 50 plazas de Auto-Res. Ellos padecerán la huelga más que nadie. Porque los que eligieron la costa valenciana podrán volver en tren sin problemas.

Jesús Almeida, miembro de Comisiones Obreras y presidente del comité de empresa, asegura que casi todos los pueblos por donde pasan los 300 autobuses de Auto-Res disponen también de estación de tren.

Pero Almeida reconoce que los daños causados en Semana Santa a los viajeros han sido enormes: "Mucha gente se ha quedado esperando en sus pueblos horas y horas a que pasara el autobús, y claro, como la patronal no ha anunciado con antelación las modificaciones de horarios que acarrean los paros, pues lo han pasado mal. Y el Miércoles Santo, la compañía sólo destinó a tres personas para organizara 1. 500 viajeros. Los desajustes y las colas que se formaron fueron considerables".

El presidente del comité de empresa -que heredó el cargo el pasado 1 de abril, cuando falleció su compañero Juan de la Higuera, de 45 años, en un accidente de tráfico- cree que los paros afectan incluso a la seguridad de los viajeros. "La empresa contrató el miércoles los servicios de conductores con sobrecarga de viajes. Un colega, por ejemplo, llegó de Castellón, con 400 kilómetros y seis horas y media de viaje, a las doce y cuartode la tarde. Salió de nuevo para Castellón 45 minutos después. Eso es peligroso".

Los vehículos de Auto-Res, representan el 20% de los autobuses de largo recorrido en la región, enlazan la capital con Badajoz, Cuenca, Castellón, Salamanca y Valencia. La empresa ha perdido 250 millones desde que se inició la huelga, y cada conductor, 30.000 pesetas mensuales, según el comité de empresa.

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Hay un punto donde coinciden con la misma contundencia la patronal del sector y los huelgistas: los grandes beneficiarios de los paros son los taxistas. El pasado miércoles abordaban a los viajeros dentro de la estación y llenaban sus coches con cuatro personas. Cada una de ellas llegaba a pagar 7.000 pesetas por ir a Zamora, 6.000 a Salamanca y 7.500 a Valencia.

Derecho a comer

"Los precios variaban conforme avanzaba el día", explicaba el vigilante de la estación, quien tuvo varios altercados con ellos. "Por la mañana cobraban a lo mejor 5.000 pesetas por cada uno que llevaban a Valencia, y por la noche, hasta 10.000. Al menos cuatro veces les tuve que decir que no abordaran a los clientes dentro de la estación. Me contestaron: 'Todo el mundo tiene derecho a trabajar para comer'. Y yo les dije: 'A trabajar sí, a robar, no", relata el vigilante.

El presidente del comité de empresa asegura que varios particulares con furgonetas se apostaron frente a la boca de metro de la plaza del Conde Casal para abordar a los viajeros. "Es indudable que estos paros están ocasionando mucho perjuicio a los clientes, pero es por culpa de la empresa", indicó Almeida.

Y la empresa cree que todo es cierto, que la huelga perjudica a los más débiles, como los soldados y los estudiantes, pero con una salvedad: "La culpa es de los obreros, que son muy tozudos", concluye el portavoz empresarial.

La batalla de las 15.000 pesetas

Sólo 15.000 pesetas mensuales por trabajador separan lo que ofrece la empresa de lo que pide el comité de empresa. Con la última oferta de Auto-Res en la mano, un conductor gana 97.000 pesetas netas mensuales, según el comité de empresa. Si la empresa accede a sus peticiones cobrarían unas 115.000.En junio de 1992, los obreros y la patronal del transporte discrecional -que atiende fábricas y colegios- firmaron un convenio, en el que Fenebus -la patronal del transporte regular- no se encontraba, por decisión propia. Fenebus recurrió ante la jurisdicción de Trabajo, pero obtuvo una sentencia en contra. Entonces volvió a impugnar el convenio ante el Tribunal Superior. Mientras tanto, los empresarios acordaron una subida de 14.000 pesetas para este año. "Pero ese dinero no consta a efectos de IRPF ni de Seguridad Social. Es decir, que la viuda de nuestro compañero [De la Higuera] cobrará una pensión con arreglo al convenio de 1991".

Un portavoz de la empresa subraya que Auto-Res paga más a sus empleados que el resto de las compañías del sector. "Pero parece que la muerte del presidente del comité de empresa ha enrarecido más aún el ambiente", concluye.

Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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