Los serbios violan de nuevo el alto el fuego en Srebrenica e ¡mpiden la llegada de 'cascos azules'
Las fuerzas serbias intensificaron ayer sus ataques en el frente de Srebrenica pocas horas después de que los generales de la ONU Lars Walgren y Philippe Morillon recibieran en Belgrado la promesa personal del general serbio en Bosnia, Ratko Mladic, de "mantener un alto el fuego incluso si se producen provocaciones de la otra parte". Mladic había aceptado este alto el fuego, inmediatamente violado por sus fuerzas, después de advertir que no permitirá a los cascos azules entrar en Srebrenica.
"No entrará allí más que por encima de mi cadáver y los de mi familia", declaró Mladic acerca del destacamento canadiense que el general Philippe Morillon quería desplegar en esta localidad musulmana de Bosnia oriental. Después; de esta amenaza, un sonriente Mladic se manifestó ante la prensa dispuesto a "hablar de paz" con representantes militares bosnios en Sarajevo. La presencia militar internacional supondría un serio obstáculo a los planes serbios de tomar Srebrenica, último gran enclave musulmán en Bosnía oriental.Por otra parte, fuentes de la ONU en Sarajevo desmintieron la información publicada ayer por el diario francés Le Monde sobre el inmediato relevo de Morillon al frente de los cascos azules en Bosnia. Según el rotativo, el regreso de Morillon a Francia se debía a la "constatación de que las misiones de la ONU están evolucionando en el área".
Mientras tanto, la caída de Srebrenica en manos serbias, que medios militares de la ONU y del Ejército bosnio consideran inminente de no producirse alguna acción internacional, concluiría prácticamente la limpieza étnica de las fuerzas serbias en esta región. Los enclaves musulmanes restantes, especialmente Zepa y Gorazde, seguirían su suerte a muy corto plazo.
Un convoy de ayuda humanitaria llegó ayer a Srebrenica, pero no pudo realizar la evacuación de millar y medio de refugiados, prevista en el plan del responsable del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), el español José María Mendiluce. Este había arrancado al presidente bosnio, Alia Izetbegovic, el permiso para la evacuación en 10 tandas de 15.000 refugiados, pero las autoridades bosnias locales en Srebrenica reiteraron sus objeciones. Un convoy de la ONU abandonó en la tarde de ayer la asediada localidad, pero los camiones partieron vacíos sin transportar refugiados.
Las fuerzas serbias de Radovan Karadzic y Ratko Mladic intentaron utilizar como una victoria política el descubrimiento de un alijo de munición hallado en uno de sus controles en camiones del ACNUR. Karadzic manifestó que era consciente de que convoyes de ayuda humanitaria suministran ayuda al enemigo pero que no habían querido "utilizar esto con fines propagandísticos".
Serio revés
La máxima responsable, del ACNUR en Ginebra, Silvana Foa, respondió recordando que las fuerzas serbias registran exhaustivamente todos y cada uno de los convoyes humanitarios que cruzan sus líneas hacia bolsas musulmanas asediadas. "Si ellos no han encontrado nada hasta ahora, no sé por qué piensan que habríamos de encontrarlo nosotros", añadió. La ONU ha abierto una investigación para establecer responsabilidades en este incidente que supone un serio revés para los esfuerzos humanitarios internacionales.
Según avanzaban ayer de nuevo las fuerzas serbias, apoyadas por fuerte actividad artillera y carros de combate frente a unos defensores apenas armados con fusiles, la población musulmana de los pueblos cercanos a Srebrenica huía hacia el centro urbano a cuyo extrarradio se acerca rápidamente el frente. La evacuación realizada el viernes, que fuentes del ACNUR calificaron como positiva dentro de su dificultad, también se produjo en un ambiente dramático.
Unos 60 niños llegados en los camiones a Tuzla comprobaron horrorizados que sus padres no habían logrado acceder a las ansiadas plataformas de transporte de los vehículos de los cascos azules, según informó José María Mendiluce.
Ivan Knezevic, ministro portavoz del Gobierno bosnio, manifestó a EL PAÍS que sólo un inmediato levantamiento del embargo de armas puede impedir la conquista serbia de la ciudad.
Fuentes gubernamentales bosnias acusaron ayer, a los irregulares serbios de desplazar piezas de artillería hacia las inmediaciones del aeropuerto de Sarajevo. La ONU decidió ayer suspender el puente aéreo con la capital bosnia debido a la falta de condiciones de seguridad.
Por otro lado, los 70 aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que vigilarán desde mañana la zona de exclusión aérea en Bosnia establecida por el Consejo de Seguridad, comenzaron a llegar ayer a la base de Vicenza, en el noreste de Italia. Los mandos militares serbios consideran esta decisión de la ONU como "un acto de guerra".
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