El Vaticano hace 'rebajas' para la conversión

El Vaticano está dispuesto a acoger en las filas de la Iglesia católica a cerca de 1.000 sacerdotes anglicanos que han mostrado su disconformidad con el voto del Sínodo de la Iglesia de Inglaterra que autoriza la ordenación sacerdotal de las mujeres, según publicaba ayer el dominical británico Sunday Telegraph citando a altos cargos de la Iglesia anglicana.De acuerdo con estas fuentes, la jerarquía vaticana está dispuesta a llegar a un acuerdo que permita a los clérigos anglicanos rebeldes continuar ejerciendo su vocación sacerdotal para la grey de la Iglesia católica. Los sacerdotes anglicanos que decidan pasarse a la Iglesia de Roma podrán continuar ejerciendo su ministerio sin modificar por ello la mayor parte de la liturgia anglicana.

En recientes conversaciones mantenidas por responsables del laicado católico y el cardenal Basil Hume, arzobispo católico de Westminster, este último se ha mostrado confiado en llegar a un resultado positivo en relación al ingreso en la Iglesia de los sacerdotes anglicanos, según el citado periódico. El cardenal ha indicado que las conversaciones se han mantenido al más alto nivel.

El cardenal Hume va a pedir, en una próxima reunión que se celebrará el día 19 de este mes, el apoyo de los obispos de Inglaterra y Gales a la medida. Estiman las fuentes consultadas por el diario que el comunicado que se derive de esta reunión será prudente para no anticiparse al anuncio definitivo de la acogida de los sacerdotes anglicanos que hará el Vaticano.

Al poco tiempo de producirse la votación en el seno de la Iglesia de Inglaterra a favor de la ordenación de las mujeres, los sacerdotes que se mostraron contrarios a la decisión creían que no podrían ser aceptados como sacerdotes en la Iglesia católica, aunque sí, naturalmente, podrían hacerlo como simples laicos. Ahora se ha sabido que el Vaticano podría aplicarles una "ordenación suplementaria", sistema que ya se utilizó en 1980 en Estados Unidos en un caso similar, para permitir a los sacerdotes anglicanos que continúen ejerciendo su ministerio sin tener que adoptar la liturgia católica.

El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra votó el año pasado la liquidación de cientos de años de tradición que prohibía el acceso de las mujeres al sacerdocio. Esta decisión provocó una auténtica tormenta entre los sacerdotes anglicanos tradicionalistas, quienes argumentan que Jesús llamó únicamente a hombres (los apóstoles) al ministerio sacerdotal.

La decisión ha sido, por otra parte, la más crucial desde que la Iglesia de Inglaterra rompió con Roma en 1534, y ha añadido dificultades, para algunos insalvables, en el proceso de diálogo ecuménico. El Vaticano lo calificó de grave obstáculo en el proceso de acercamiento entre ambas confesiones.

El arzobispo de Canterbury, George Carey, cabeza espiritual de la Iglesia de Inglaterra, ha hecho un llamamiento a los sacerdotes disidentes para que permanezcan en la fe anglicana y que se esfuercen en la búsqueda de una solución.

Por otra parte, a última hora de la noche del sábado, por primera vez, un grupo de mujeres se manifestaron con velas encendidas alrededor de la catedral de Westminster, el principal templo católico del Reino Unido, para protestar por la tradición de la Iglesia católica de ordenar sólo a varones, convocadas por el Grupo Católico en Favor de la Ordenación de la Mujer.