Válvula de escape
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más de una década se han pasado Los Suaves pateando escenarios de nuestro país con su rock and roll de rápido desahogo. Desde su Orense natal, la banda encabezada por Yosi ha conquistado un numeroso público pueblo a pueblo.Los Suaves, tal y como se expresan en las desencantadas letras de Yosi, viven una doble dimensión: una visión decepcionada de la realidad frente al gozo de la fiesta rockera. La vía de escape es el contacto directo con una afición que canta entusiasmada párrafos de insatisfacción. En esta actuación madrileña el quinteto aplicó el turbo durante casi dos horas sin respiro. El repertorio fue apretado a conciencia para otorgar espacio a temas de la primera etapa al lado de adaptaciones de Thin Lizzy. Lamentablemente, el sonido embarullado, sin definición, convirtió en rutinario el paso de las canciones. A la afición poco le importó y puso empeño en corear cánticos de lunes traidor (Siempre igual), mientras el fin de fiesta arrojaba confetis y Yosi se fundía con las primeras filas.
Los Suaves
Yosi (guitarra y voz), Alberto Cerijo (guitarra solista), Moncho Costoya (guitarra rítmica), Charli Domínguez (bajo), Gelo Barrio (batería). Sala Canciller. Madrid. Precio: 1.500 pesetas.
