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Los fabricantes europeos de automóviles reprochan la Comunidad el pacto firmado con Japón

Los fabricantes de automóviles, fundamentalmente europeos, pero también japoneses, han criticado con dureza el acuerdo suscrito el jueves entre la Comunidad Europea y Japón por el que la industria nipona reducirá. este a año sus exportaciones al mercado comunitario en un 9,4%. Los industriales europeos sostienen que la crisis del sector exige mayores reducciones; los japoneses alegan que la reducción es excesiva.El negociador europeo, el vicepresidente de la CE, Martin Bangemann, reaccionaba ayer a las críticas europeas prometiendo que el acuerdo se renegociará si la situación del mercado comunitario empeora. La Comunidad baraja una caída de ventas del 6,5% en 1993, y sobre esta cifra está suscrito el pacto. De ahí que Bangemann haya tenido que prometer que si el descenso es superior, del orden del 10%, el acuerdo podría ser revisado.

Japón se ha comprometido a limitar el número de automóviles exportables a la Comunidad durante 1993 en 1.089.000, frente a las 1.202.000 unidades de 1992. En el caso español, como en el de otros cuatro países, el compromiso no supone una reducción. Por el contrario, se fija un aumento de las exportaciones japonesas de 3.400 automóviles.

La reacción de la Asociación de Fabricantes de Automóviles españoles (Anfac) ha sido rápida y se suma a la de otras organizaciones similares, como la italiana Anfia. Para Anfac, el compromiso es "un error de cálculo" ya que, frente a una previsión de caída del mercado español del orden del 20%, la CE manejó un escaso 7,9%. El director general de Anfac, Enrique Laguilhoat, aseguró ayer que el acuerdo "responde a una interpretación de la CE que de ninguna manera puede coincidir con la nuestra". Laguilhoat suscribe la crítica de la Asociación Europea de Constructores (ACEA), que baraja una caída de ventas en la CE del 10% para este año y que califica las estimaciones de Bruselas de "irrealistas".

La Asociación de Importadores españoles (Aniacam), por su parte, considera "lógica" el cupo de coches japoneses adjudicado a España "puesto que en 1999, la cifra otorgada será de 79.000 y lo razonable es aumentar de año en año". Sin embargo, esta organización aboga por dejar fuera del contingente a Canarias.

Entre las empresas, Toyota, por el lado japonés, y Peugeot, por el europeo, se han destacado en las críticas. El presidente del grupo francés Peugeot-Citroën, Jacques Calvet, solicitó ayer al nuevo Gobierno de Edouard Balladur que se oponga al compromiso para "salvaguardar el empleo, el nivel de vida y la tecnología de Europa".

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