China crea un grupo de trabajo para preparar la recuperación de Hong Kong

La Asamblea Nacional china, que ayer clausuró su período anual de sesiones con una revisión constitucional y el fortalecimiento de la dirección comunista más comprometida con la apertura económica, aprobó la creación de un grupo de trabajo cuya misión será preparar la devolución de Hong Kong a la soberanía china.La medida aprobada por el Parlamento es consecuencia de la prolongada crisis registrada entre China y el Reino Unido tras las discretas propuestas de democratización de la colonia anunciadas por su actual gobernador, el dirigente conservador Chris Patten. El establecimiento de una estructura de poder paralela a la del gobernador británico puede reducir sensiblemente su influencia y autoridad en el próspero enclave.

No al enfrentamiento

El primer ministro, Li Peng, que celebró su segunda conferencia de prensa en dos años, rebajó el tono de denuncia empleado por otros miembros del Partido Comunista Chino (PCCH) y no descartó nuevos contactos negociadores. "No queremos una confrontación", afirmó. Un periódico de Shanghai llegó a calificar a Patten de "prostituta política".Li aseguró que el único propósito de la nueva comisión es asegurar una pacífica transición y mantener la prosperidad de Hong Kong, que revierte a China en 1997. Pekín ha advertido en varias ocasiones que cual quier modificación del sistema político de la colonia que no haya sido pactada será ignorada dentro de cuatro años. La aprobación por el Parlamento, a instancias del partido, del grupo de trabajo, cuya fecha de formación no fue precisada, parece indicar que los chinos no piensan discutir la democratización ofrecida y, de seguir la crisis, impondrán su propio sistema a partir de 1997. China acusa a Patten de haber vulnerado, en un movimiento coordinado con Londres, el acuerdo chino-británico que sirve de base legal a la devolución de Hong Kong.

La Asamblea Nacional, que incorporó a la Constitucion china el "socialismo de mercado", aprobó por otra parte el texto que regirá el funcionamiento de Macao, actualmente colonia portuguesa, cuando vuelva a China en 1999. El Gobierno de Pekín, que aplicó a estos dos territorios la fórmula un país, dos sistemas, se compromete a respetar durante al menos 50 años su sistema capitalista. El temor de sus habitantes es que el respeto a las libertades civiles e individuales no sea el mismo.