Los sumarios por presuntas conexiones mafiosas de dirigentes de la DC italiana rompen el partido
La Democracia Cristiana (DC), el partido que ha controlado Italia desde la posguerra con mucho paternalismo y consenso, sufrió ayer el trauma de una escisión que probablemente marca el inicio de una crisis irreversible. Marlo Segni, el promotor del movimiento referendario y la figura ascendente más notable del partido, anunció inesperadamente que dimite para potenciar su corriente Populares por la Reforma como partido autónomo. La DC se ha convertido en "un aparato dominado por hombres que han abierto la puerta a los corruptos y mafiosos", dijo Segni.
"Ha sido una larga telenovela que termina en tormentón", comentó el secretario democristiano, Mino Martinazzoli, en torno a estos hechos.La amplitud de la fractura abierta en el seno de la DC por Segni se conocerá mejor mañana, cuando los cerca de 40 senadores y diputados que integraban su corriente se reúnan a a decidir su futuro en el Palamento. Pero en principio es claro que la DC nunca se había enfrentado a una amenaza como la que representa esta dimisión de Segni, justo cuando el saldo de casi cinco décadas de la llamada unidad política de los católicos aparece destruído por los sumarios sobre presuntas conexiones mafiosas de sus principales líderes, como Antonio Gava y, sobre todo, Giulio Andreotti.
"Los sucesos gravísimos de estos días me impulsan a tomar hoy una decisión definitiva", dijo Segni, quien, en una carta a Martinazzoli, razona su decisión como producto de la necesidad de que las vías de lo nuevo y de lo viejo se diferencien netamente", sobre todo con vistas a los resultados de los referendos del mes próximo.
Martinazzoli nunca escuchó las llamadas de Segni para hacer una limpieza interna en la DC ni para cambiar el nombre del partido. Pero sí se acercó a Segni en el tema de la reforma institucional y del referéndum del 18 de abril, que ahora Segni ha decidido afrontar en solitario.
Su anuncio de ayer vino precedido del clima tenso de una jornada en la que la lira registró un mínimo histórico frente al marco y en la que los obispos italianos afirmaron que el país se encuentra en una situación de crisis que "tiene aspectos incluso más peligrosos que los primeros años de la posguerra".
Amato, en Brescia
Fue también una jornada en la que aumentaron grandemente las expectativas de un cambio inmediato de Gobierno, sobre todo por un discurso que el primer ministro pronunció en Brescia ante la asamblea la federación de empresarios, en el que, tras reconocer por primera vez la extrema debilidad de su Gabinete, Amato sugirió -cosa que tampoco tiene precedentes- la conveniencia de no esperar al referéndum para reforzar el Ejecutivo y evitar la anticipación de las elecciones.
El democristiano Martinazzoli, presente en el acto, dijo sorprendido a los periodistas: "No he entendido nada". Pero, tras un breve apartado con Amato, abandonó la sala sintiéndose "muy preocupado". Giorgio Benvenuto, el nuevo secretario general socialista, afirmó, por su parte, en Roma, que tampoco él considera posible esperar más para "ampliar la mayoría", es decir, para dar entrada en el Gobierno a los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda (PDS).
En ese contexto, la invitación del jefe del Estado, Oscar Luigi Scalfaro, para que los presidente de la Cámara, Glorgio Napolitano, y del Senado, Glovanni Spadolini, se reúnan hoy con él para "analizar la situación", aún siendo un hecho habitual, se convirtió en el centro de las especulaciones.
Otras noticias de este intenso lunes fueron que un ex dirigente del grupo eléctrico estatal, ENEL, denunció en Milán la presunta implicación en manipulaciones financieras Ilegales del dirigente democristiano Ciriaco De Mita, hasta ahora ajeno a estas investigaciones, y que otro ex alto cargo del grupo petrolero ENI insiste en atribuir antiguas irregularidades al actual ministro de Finanzas, el socialista Franco Riviglio. Todo ello explica que quedaran en segundo plano la dimisión del líder socialdemócrata, Carlo Vizzini, por incapacidad para afrontar los problemas económicos de su partido, o la llegada al Senado de una petición para procesar al expresidente de la República, Francesco Cossiga, por presuntas calumnias a un magistrado.
En Palermo, se supo que la fiscalía investiga Corrado Carnevale, un célebre juez siciliano, que, como presidente del Tribunal de Casación, ha escandalizado a Italia con sentencias que favorecían a los mafiosos. Los magistrados pretenden profundizar en la posibilidad de que Carnevale haya estado sujeto a presiones derivadas del entramado que el asesinado Salvo Lima, el hombre de Andreotti en Palermo, urdió como presunto mediador de intereses mafiosos.
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