El alto el fuego fue respetado en Bosnia, salvo incidentes aislados
La explosión de tres obuses en Sarajevo, cinco minutos antes del mediodía, cuando entró en vigor el alto el fuego en el territorio de Bosnia, causó tres muertos. Quince minutos después del mediodía, obuses lanzados desde las posiciones serbias dañaron ligeramente dos helicópteros de la ONU en el aeropuerto en Tuzla. Por lo demás, el acuerdo sobre el cese de las hostilidades, pactado el viernes pasado entre el comandante de Unprofor, Eric-Lars Wahigren, y el jefe de las fuerzas serbias en Bosnia, Ratko Mladic, avalado por los comandantes musulmanes y croatas, se respetó en el frente.
El silencio de las armas se debió tanto al acuerdo de tregua como a la repentina nieve que cayó en Bosnia, dificultando el movimiento de las tropas y reduciendo la visibilidad de los combatientes.El promotor principal del encuentro militar de alto nivel entre las fuerzas de la ONU (Unprofor) y el comando serbio, el general francés Philippe Morillon, abandonó ayer Srebrenica volviendo hacia su base en Sarajevo, para preparar el encuentro entre los comandantes de los tres Ejércitos implicados en la guerra bosnia previsto para el 6 de abril. Morillon vinculó su dignidad militar a la salvación de la población musulmana en Srebrenica, asediada por las tropas serbias desde hace 11 meses, prometiéndoles el alto el fuego y el suministro regular de la ayuda.
Saliendo de Srebrenica, cuyo alcalde rebautizó la calle principal de Mariscal Tito para llamarla Philippe Morillon, el general se mostró optimista. "Probablemente hemos salvado la paz en Srebrenica... la dinámica de la paz está en el camino", precisó Morillon. Los morteros y los obuses no cayeron sobre Srebrenica y la ayuda humanitaria llegó en la tarde de ayer. La inesperada nevada primaveral empeoró las condiciones de vida de 30.000 refugiados, de los cuales algunos duermen al aire libre.
"Vergüenza"
El paso libre del convoy con la ayuda a Srebrenica formaba parte del acuerdo entre el Unprofor y el comando serbio. El convoy no pudo pasar el sábado pasado por el bloqueo del Ejército serbio. Ayer, dos de los 20 camiones que formaban parte del convoy, tuvieron accidentes de tráfico por la mañana y la operación humanitaria se aplazó hasta la tarde. "El mundo desvía provisionalmente su mirada de Srebrenica. Cuando vuelva a poner su atención, tendrá tal vez vergüenza de lo que queda", declaró Louis Gentille, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Srebrenica.
"Los problemas de salud se agravan. Toda la población sufre malnutrición y los más débiles comenzarán a morir dentro de unas semanas", precisa Gentille. La llegada ininterrumpida de un convoy por semana podría salvar los habitantes en este enclave, donde sólo los más fuertes alcanzan los paquetes con la comida lanzada desde los aviones norteamericanos. Anoche, tres aviones Hércules norteamericanos lanzaron paquetes con ayuda sobre la ciudad de Gorazde, también en Bosnia oriental. Por primera vez, un avión Transall francés se sumó a la operación aérea norteamericana de arrojar la ayuda desde los aviones.
El general Philippe Morillon anunció en la noche de ayer que el coronel Ilic, que mandaba las fuerzas serbias en Srebrenica, había sido arrestado por incumplir su palabra. El citado coronel ordenó el bombardeo de la ciudad con cañones de gran calibre y, en especial, el estadio de fútbol cuando comenzaba la evacuación de mujeres, niños y heridos.
La población bosnia ha recibido un total de 882 toneladas de víveres y 27 toneladas de medicamentos. Los aviones alemanes, listos para despegar con los Hércules americanos desde la base de Francfort desistieron de su misión ante las amenazas serbias que dispararían contra los aviones americanos.
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