_
_
_
_
_
EL 'CASO FILESA'

Ni el Gobierno ni la ejecutiva del partido han abordado el caso

La ministra portavoz, Rosa Conde, aseguró el viernes tras el Consejo de Ministros que el caso Filesa no había sido abordado por el Gobierno. Tampoco lo fue el miércoles, durante la reunión de la Comisión de Subsecretarios donde, sin embargo, sí hubo comentarios sobre los resultados de las elecciones francesas, al margen de la reunión oficial.

Pero el silencio sobre el caso no se ha producido sólo en estas fechas en las que se ha hecho público el informe de los peritos. Nunca se ha hablado de Filesa en las reuniones del Gobierno. "Algo natural, por otra parte, porque es un tema que afecta al partido y del que el Gobierno lo desconoce todo", señala un alto cargo. Pero lo más sorprendente es que tampoco se ha hablado, jamás, en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Ni siquiera un vocal de la ejecutiva ha preguntado por el caso Filesa. Hubo una sola excepción, en el ámbito de la Comisión Ejecutiva del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) al poco de estallar el escándalo, en junio de 1991. El diputado y coordinador de finanzas del Grupo Parlamentarlo Socialista, Carlos Navarro, presuntamente implicado en el caso, acudió a una reunión de la ejecutiva del PSC, para informar a petición propia, dada su pertenencia a esa organización del partido.

Más información
Encargo a Serra
Los diputados socialistas Galeote y Navarro renuncian a presentarse a las elecciones

Declaración exculpatoria

Navarro hizo una larga exposición exculpatoria y atribuyó el asunto a una campaña montada desde los medios de comunicación. Su intervención fue seguida de un tenso silencio, cortado momentos después por el dirigente socialista catalán Jaume Sobrequés, que invitó a los reunidos a continuar con otro punto del orden del día.Nunca, por tanto, en las reuniones oficiales del PSOE se ha hablado del tema, que se ha convertido en un auténtico tabú, favorecido por el secretismo de las finanzas del partido, de las que sólo tiene conocimiento un reducidísimo grupo de personas, y por la convicción de que el asunto olía muy mal". Sin embargo, todos los socialistas están en la tesis de la honradez personal de cada cual. Sólo algunos miembros de la ejecutiva socialista reconocen confidencialmente que ha habido algunos pagos de sus facturas y "algún favor". A continuación, dicen que al amparo de esos primeros favores que llegaron al partido -vía Aida Álvarez, la empleada que colocó Alfonso Guerra- ha operado el enriquecimiento personal de algunos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_