Antena personal
Las canciones sencillas y contundentes de Lagartija Nick han abierto un camino lógico pero poco transitado: el de la multinacional que baja a los clubes para indagar entre las futuras promesas. Esta banda, originaria de Granada, ha empezado el edificio por los cimientos. En apenas dos años se han convertido en uno de los grupos revelación del rock de nuestro país. Muy activos en el circuito de pequeños locales, estos músicos andaluces solidifican su música sin prisas ni presiones.En Inercia, su segundo trabajo, el líder y letrista Antonio Arias vuelca sus obsesiones sobre el agobiante cruce de mensajes que esparcen los medios de comunicación. Debe ser esa la razón por la que el grupo se hace acompañar de pantallas de televisión que proyectan imágenes a velocidad superlativa.
Lagartija Nick
Antonio Arias (voz, bajo), Juan Codorniu (guitarra), Miguel A. Rodríguez (guitarra), Erik Jiménez (batería). Sala Revólver. Madrid, 26 de marzo. Entrada: 800 espectadores.
Cuando Lagartija Nick interrumpió la emisión para transmitir su propio mensaje, una tímida entrada y algún problema técnico impidieron la conexión instantánea.
Su rock, de intensidad. fija, necesitó de algunos ajustes, también sudores, para extender sus particulares misivas. Una vez que las guitarras encontraron su cauce y la voz ganó en confianza, el concierto tomó las características naturales de la banda: ataque concentrado sin cortes propagandísticos.
El canal de Lagartija Nick probablemente emite en blanco y negro, pero es tan sincero que no oculta la confusión que le produce el bombardeo de in formación por todos los frentes. Matar ese desasosiego a través de una avalancha sónica fue una decisión acertada.
Temas como Algo sucio, algo eléctrico o Rock'n'roll'zine calentaron el ambiente, y algún seguidor entusiasta saltó al escenario para zambullirse en el mar de las primeras filas Arias, que prefiere la difusión de sus textos al discurso entre tema y tema, unió saludo y despedida como únicas palabras ajenas a la música. También breves en la reaparición, el grupo recordó aquel obsesivo No lo puedes ver, primer acontecimiento de su carrera. Algunos achacan cierta monotonía al discurrir de las canciones, pero el esquema de estas lagartijas prefiere la llana simplicidad.
El futuro dirá si el formato reducido se amplía por otros conductos.
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