Austria

Respecto al artículo del eurodiputado (Partido Popular) Doménec Romera, publicado en ELPasa a la página siguiente

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PAÍS el día 6 de marzo, el autor expresa en él opiniones críticas sobre la ampliación de la CE, y yo quisiera comentarlas desde el punto de vista austriaco.

No es cierto el reproche de que Austria no asumiría los derechos y obligaciones que resulten de una adhesión a la Unión Europea en su totalidad, sino sólo selectivamente. El Gobierno federal austriaco calificó el Tratado de Maastricht de un paso importante en el proceso de unificación europea, e informó en junio y diciembre del año pasado a todos los países miembros de la CE y a la Comisión de la CE, en forma de promemorias, no solamente de su plena aceptación de dicho tratado, incluyendo la política exterior y de seguridad, sino también declaró que la solicitud austríaca de adhesión ha de considerarse dirigida a la Unión Europea. Según las resoluciones de la cumbre de Edimburgo, la Comunidad llevará, las negociaciones de adhesión sobre la base del Tratado de Maastricht. El ministro de Asuntos Exteriores austriaco, Alois Mock, aceptó y aprobó expresamente esta decisión jurídica y política, con ocasión de la apertura de las negociaciones formales, el 1 de febrero de 1993.

Tampoco es cierta la afirmación de que Austria, como miembro de la Unión Europea, pudiera llevar una política de aislamiento y de reparo de asumir responsabilidades políticas. Ni la historia diplomática del siglo XIX y XX ni la política exterior más reciente permiten la conclusión de que Austria se muestra indiferente a los desarrollos políticos en el mundo. Como ejemplo citemos que Austria concedió los necesarios permisos de sobrevuelo y de paso por el territorio nacional para las actividades de la ONU, tanto en el curso de las operaciones para la restitución de la soberanía de Kuwait como para las misiones humanitarias en Croacia y Bosnia-Herzegovina, y sigue manteniéndolos aun ahora. Con ello ha demostrado que respeta, en todas sus facetas, la solidaridad internacional y las obligaciones resultantes de ser un país miembro de la ONU, e igualmente ha demostrado que la apoya activamente.

La postura de Austria respecto al conflicto en la antigua Yugoslavia demuestra claramente su disposición y capacidad de colaborar en una política exterior y de seguridad común europea. No cabe duda de que el papel de Austria, en el marco de la Unión Europea, no será el de "quedarse quieto" y de "bloquear", sino el de colaborar activamente y de profundizar la integración en todas sus dimensiones.-

Embajador de Austria.