Yeltsin advierte al Parlamento ruso que su cese desataría la "vorágine del enfrentamiento"
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, en vísperas de la reunión del Congreso de los Diputados Populares (superparlamento) que hoy decidirá sobre su futuro político, advirtió anoche, en un dramático mensaje por televisión, que "una decisión errónea (es decir, su destitución) sumiría al pueblo en la vorágine de¡ enfrentamiento". El Congreso, dijo, intenta impedir el ejercicio de la voluntad de] pueblo y echar al jefe del Estado elegido democrática. mente. Yeltsin recurrió a la televisión para influir en los acontecimientos una hora después de que el presidente del Sóviet Supremo, Ruslán Jasbulátov, hiciera otro tanto.
Jasbulátov acusó a Yeltsin y a su equipo de llevar a cabo una política antidemocrática, antipopular, destructiva para el Estado ruso y totalmente sometida a los intereses occidentales.Entre uno y otro dirigente, como un abanderado de la paz en la línea de fuego, apareció en la televisión el venerable patriarca de Rusia, Alexei II, la máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa rusa, que exhortó a convocar unas elecciones anticipadas del presidente y del Parlamento. "La democracia está en peligro", manifestó Jasbulátov, que defendió las elecciones anticipadas de diputados y presidente y trató de demostrar el carácter catastrófico de la política económica del presidente y del Gobierno ruso.
Yeltsin hará acto de presencia hoy ante el Congreso, según el viceprimer ministro Vladimir Shumeiko, pese a que había prometido no volver a poner los pies en el Parlamento durante la última sesión (la octava) de este organismo, hace dos semanas. "Tengan en cuenta que, si el Congreso adopta una decisión histórica errónea, arroja al pueblo a la vorágine del enfrentamiento", señaló el presidente, emplazando individualmente a los diputados a actuar de acuerdo con los intereses del Estado.
"Piensen para qué los reúnen. Para la mayoría de la gente la respuesta es clara. Lo hacen para hacer fracasar el plebiscito popular sobre la confianza en el presidente. [Lo hacen] para echar de forma directa o indirecta al presidente elegido por todo el pueblo", manifestó Yeltsin.
El líder ruso se mantenía anoche firme en su idea de someterse a un plebiscito popular, tal como había anunciado el 21 de marzo y en el decreto publicado posteriormente. Yeltsin criticó al Tribunal Constitucional que, sin esperar a la difusión del decreto presidencial, condenó a un gran número de las medidas anunciadas oralmente por Yeltsin para reforzar su control político hasta el 25 de abril, fecha de la convocatoria del refereréndum.
Destituir o debilitar
La decisión del Tribunal Constitucional ha servido de fundamento legal para convocar el Congreso de los Diputados, que según la Constitución rusa, tiene facultades para debatir cualquier tema y es el "órgano supremo" de poder. Las ideas motoras de la sesión, que se inicia a las 10 de la mañana en el Gran Palacio del Kremlin, son o bien destituir al presidente o bien debilitar su posición, si el defenestramiento legal no es posible. Las dificultades para reunir los dos tercios de los votos necesarios para el cese del presidente (686 votos de un total de 1.030 diputados) parece haber hecho reflexionar a Jasbulátov.
Dando marcha atrás respecto a declaraciones efectuadas los últimos días, Jasbulátov señaló ayer en el Parlamento que no era partidario de la destitución presidencial, aseguró que deseaba una "colaboración constructiva" y se pronunció por llegar a un acuerdo de elecciones anticipadas de los diputados y del presidente.
En la televisión, Jasbulátov acusó al presidente de haber alterado el texto de su decreto tras comprobar el descontento causado por su intervención del 21 de marzo y la "determinación de las regiones". El texto finalmente publicado tiene muchos puntos aceptables, afirmó el jefe del Parlamento, que lanzó una andanada contra la política económica realizada bajo la égida de Yeltsin e insistió en que el Gobierno tiene que ser ampliado con representantes de diversas fuerzas políticas y de las regiones. Jasbulátov jugó a fondo la carta nacionalista rusa.
"Hay que hacer una política prorusa, y no porque yo sea un chauvinista, sino porque los rusos son la mayoría y si los rusos se sienten defendidos, esta es la mejor garantía de paz en el país", señaló. El IX Congreso será "difícil", dijo Jasbulátov, que aseguró ver una posibilidad de compromiso, si el presidente "reconoce sus errores". "Liquidar la presidencia es peligroso por ahora", agregó.
"Sé que en los sótanos del Sóviet Supremo (el parlamento permanente) se preparan en secreto nuevas enmiendas a la Constitución. Es posible que las presenten por sorpresa al IX Congreso, para "enmendar de nuevo la constitución de acuerdo con los planes de turno de los dirigentes del parlamento", dijo Yeltsin. De este modo, el dirigente ruso salía al paso de otros posibles desarrollos del Congreso destinados a recortar los poderes presidenciales. Konstantin Llubenchenko, un jurista y ex diputado del Parlamento soviético que es hoy la mano derecha de Jasbulátov, desmintió que tales planes existieran.
[Rusia anunció ayer un paquete de medidas económicas de choque para reflotar su maltrecha economía y proteger a su moneda, el rublo, de movimientos especulativos.]
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