Socialistas y populares se acusan mutuamente de traicionar el pacto sobre política de defensa

El Partido Popular y el PSOE se acusaron ayer mutuamente de haber "traicionado" el consenso en política de defensa que ambos grupos alcanzaron en julio de 1991, cuando se aprobó el nuevo modelo de Fuerzas Armadas, y mantuvieron durante la tramitación de la Ley del Servicio Militar. El PSOE se encontró ayer solo en el Pleno del Congreso defendiendo el proyecto de ley de plantillas, que reduce en un 14% los mandos de los ejércitos, frente a las enmiendas de totalidad del PP, CDS e Izquierda Unida. El grupo catalán se abstuvo y el PNV se ausentó.El ministro de Defensa, Julián García Vargas, sólo se levantó de su escaño para replicar al portavoz popular, Santiago López Valdivielso. "Ustedes, cuando rectifican, lo empeoran", dijo el ministro, antes de acusar al PP de "romper los puentes" con el Gobierno por razones electorales.

López Valdivielso admitió la necesidad de la ley y su conformidad con los efectivos totales previstos: 180.000 soldados, con un 55% de profesionales. No obstante, pidió la devolución del texto al Gobierno, pues "no estamos de acuerdo ni en cómo ni en cuándo se ha hecho". Más adelante precisó: "No queremos seguir apoyando una política de defensa que está socavando la moral de los militares y llevando nuestras capacidades defensivas a mínimos históricos", afirmó.

Antonio Romero, de IU, defendió la enmienda que propone un Ejército "totalmente profesional, más pequeño y de carácter defensivo", integrado por 90.000 militares, lo que fue calificado de "irreal" por el portavoz socialista, Pedro Moya.

Al término del debate, García Vargas expresó su "satisfacción" por la sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo que condenó a un total de cuatro años y medio de cárcel al cabo y los cuatro soldados que causaron graves quemaduras a un compañero al que pretendían gastar una novatada.

Por otra parte, el Ministerio de Defensa anunció ayer la llegada a Almería de las primeras unidades de la Agrupación Canarias, que relevará a las tropas españolas desplegadas en Bosnia desde noviembre.