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Cuatro cajas catalanas se integrarán en un 'holding' como alternativa a su fusión

Las cajas de Manresa, Penedès, Terrassa y Tarragona han iniciado conversaciones para integrarse en un holding que agrupe sus servicios centrales y que al mismo tiempo conserve la identidad original de las entidades que participen en el proceso. El objetivo es crear una entidad financiera con un volumen de recursos de un billón de pesetas.

Este modelo, que tiene el visto bueno de los responsables autonómicos, sortearía los inconvenientes políticos y jurídicos de una fusión. Cuando se iniciaron las conversaciones, durante los primeros días de este año, se planteó la posibilidad de que participasen las ocho cajas pequeñas y medianas que tienen su sede en Cataluña. "Aunque las cajas que participan ahora en el proceso son cuatro, la esperanza es que por lo menos dos más se incorporen a corto plazo", asegura una fuente conocedora del desarrollo de las negociaciones. No se han integrado en este grupo las cajas de Girona, Laietana, Manlleu y Sabadell. Los contactos han contado con la aprobación del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y también con el impulso del consejero de Economía de la Generalitat, agregaron las mismas fuentes.Los presidentes y los directores generales de las cuatro cajas implicadas celebraron ayer una reunión de trabajo en Tarragona. En otras entrevistas previas, los responsables de las cuatro entidades acordaron encargar un estudio sobre las características concretas que debería reunir el holding. Las conclusiones y recomendaciones de este dictamen se esperan para el próximo mes de mayo.

Mantener la identidad

El objetivo esencial del proyecto es garantizar el futuro y la competitividad de las cajas comarcales catalanas, reduciendo sus costes en servicios centrales, centros de cálculo, marketing y operaciones del área internacional. También asumiría el control y la gestión de un banco a través del cual el grupo de cajas operaría fuera de Cataluña.Al mismo tiempo, los responsables del proyecto pretenden mantener -al menos en una primera fase- la identidad de las cajas que acepten formar parte de la nueva sociedad.

El temor a que una entidad quedara diluida en otra ha bloqueado hasta ahora cualquier intento de impulsar la concentración del sector. Para cubrir esta demanda, el diseño de la operación prevé que cada una de las entidades continuaría operando con su red de sucursales, su propia imagen y su estructura directiva, así como su consejo de administración responsable de las actividades en su territorio de influencia.

Complementariamente, la integración implicaría un acuerdo de no practicar políticas de expansión en las zonas naturales de acción del resto de las participantes en la operación.

Las cajas d'Estalvis i Pensions y de Catalunya -las dos más importantes de la comunidad autónoma catalana y primera y tercera de España, respectivamente- no han sido convocadas porque, en parte, la posible integración responde a un movimiento defensivo frente a las grandes dimensiones de estas entidades.

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