El PSOE se desmarca del fracaso del PSF
Los partidos políticos españoles sacaron ayer conclusiones diametralmente opuestas de los resultados de las elecciones legislativas francesas del domingo y de la encuesta de opinión publicada por EL PAÍS a lo largo del fin de semana. Mientras en el PSOE se resaltan las diferencias entre España y Francia y se asegura que lo sucedido en el país vecino no es extrapolable al nuestro, en el Partido Popular (PP) se destaca, apoyándose también en el macrosondeo de EL PAÍS, que el escrutinio francés es una premonición de lo que se producirá en otoño al sur de los Pirineos.Nadie en el PSOE negó la magnitud de la "importante derrota", como la calificó el eurodiputado Fernando Morán, de sus correligionarios en Francia, pero todos la achacaron a causas específicamente francesas.
Morán atribuyó el fracaso "a la pérdida del papel internacional de Francia" y Manuel Escudero, coordinador del Programa 2000 del PSOE, responsabilizó del descalabro al Partido Socialista francés (PS), "que, no ha tenido una línea muy coherente en estos 10 años y que es percibido por los electores como una formación profundamente dividida".
Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, aseguró ayer que los gobiernos socialistas en París han cometido una serie de errores, como el desarrollo de una política económica "excesivamente ortodoxa", además de promover una amnistía para políticos corruptos. El ministro de Transportes, José Borrell, insistió el domingo por la noche en el mismo sentido al recalcar que el PSOE tiene en España unos activos y una dimensión que no es comparable con su homónimo francés.
En consecuencia, Borrell afirmó sin titubear que cualquier comparación entre Francia y España es un "disparate" porque los resultados franceses no son extrapolables. Ni siquiera la macroencuesta de EL PAÍS, que casi equipara el número de escaños del PP con los del PSOE, hizo mella en algunos responsables socialistas. Leguina se consoló del retroceso señalando que "de todas formas la izquierda sigue teniendo más diputados que la derecha". Otro presidente autonómico, el de Castilla-La Mancha, José Bono, está dispuesto a jugarse "algo más que la cabeza si en Cuenca o Ciudad Real ganase el PP".
Borrell pareció más afectado por el macrosondeo. Sus resultados, dijo, "hay que tomarlos como una advertencia que debe espolear a los socialistas a trabajar más y mejor".
En el PP apenas hubo reacciones institucionales si se exceptúa el comunicado del domingo por la noche en el que se señala que el resultado en Francia "encama una buena predicción para las próximas elecciones españolas, que ( ... ) estarán marcadas por la urgente necesidad de reemplazar al socialismo". En tal sentido Marcelino Camacho, presidente de CC OO, sostuvo que lo sucedido en el país vecino es extrapolable a España. "Se está creando (en España) una situación social muy parecida a la de Francia".
Julio Anguita, coordinador de Izquierda Unida, instó, por su parte, al PSOE a reconsiderar su actitud para evitar que la izquierda española corra la misma suerte que la francesa. "Si no se aprende la lección", declaró, "de lo que está ocurriendo (en Francia), pagaremos quizás justos por pecadores".
El secretario general del Centro Democrático y Social, José Luis Gómez-Calcerrada, lamentó, por su parte, que la actitud poco amistosa del PP "no permita soluciones a la francesa" de alianza entre partidos de centroderecha.
