La apertura de un sumario por corrupción obliga a dimitir al líder liberal italiano

Renato Altissimo, secretario del Partido Liberal Italiano (PLI) fuerza que, con menos del 2% de los votos, ha formado parte del Gobierno durante décadas, dimitió ayer como líder de su partido tras recibir la notificación de que le ha sido abierto un sumario por el presunto cobro ¡legal de comisiones devengadas por el Enel, el grupo eléctrico del Estadio. Altissimo rechazó con firmeza cualquier posible cargo.

La noticia de la dimisión del líder del PLI cayó como una bomba, ya que era el único de los cuatro partidos del Gobierno -democristianos, socialistas, socialdemócratas y liberales- todavía no implicado en el escándalo de la corrupción.Como Altissimo, Giorgio La Malfa, secretario del Partido Republicano Italiano (PRI) que formó parte de la coalición gubernamental hasta abril de 1991, dimitió de su cargo al recibir la primera notificación de apertura de sumario. El ex secretario general del Partido Socialdemócrata, Antonio Cariglia, se mantiene, en cambio, como presidente de su partido a pesar de que tiene ya dos sumarios abiertos.

A lo largo de ayer también se confirmó que Bettino Craxi, ex secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), el primer político de su nivel investigado por los magistrados, que le han abierto ya ocho sumarios, seguirá siendo miembro de la dirección del PSI y, muy probablemente, de la nueva ejecutiva que se elegirá hoy.

La permanencia de Craxi es consecuencia de la oposición que encontró en la asamblea socialista celebrada el lunes la propuesta de excluir de todos los órganos directivos del partido a los militantes cuyo procesamiento haya sido autorizado por el Parlamento.

Retorno a la unidad

La moción, que contó con las simpatías iniciales del nuevo secretario Socialista, Giorgio Benvenuto, encontró una fuerte oposición que obligó a sustituirla por el principio, más laxo, de que los ceses automáticos sólo se producirán tras la apertura del juicio oral. Benvenuto afirmó ayer, no obstante, que el PSI había vuelto a encontrar su unidad, como demostraba la elección por unanimidad del nuevo presidente del partido, Gino Giugni.

Distinto es el punto de vista del liberal Altíssimo, que en su carta de dimisión, afirmaba: "Siempre he entendido la política como servicio y, por tanto, no considero humanamente posible ni políticamente oportuno mantener, en esta situación, el cargo de secretario".

"Se requiere una renovación profunda, no sólo de las reglas, sino también del personal político", dijo durante otra escandalosa sesión parlamentaria el presidente del Gobierno, Giuliano Amato, que el lunes afirmó que no creía que Craxi tenga ya futuro político.

Entretanto, las investigaciones avanzan en el sur Riccardo Misas¡, un ex ministro democristiano, ha recibido una petición de encarcelamiento por formar parte de un "comité de negocios" a través del que mafiosos, políticos y empresarios se repartían presuntamente las obras públicas de Reggio Calabria. En Nápoles, dos socialistas, uno de ellos el ex vicesecretario del PSI, Giulio Di Donato, y un democristiano son investigados por el cobro de enormes comisiones con ocasión de la privatización de las limpiezas municipales.