Todo sea por la audiencia

Ningún medio de comunicación de los que han aireado estos días imágenes y nombres de los menores reconoce que haya tomado la iniciativa en este tema. "Ya lo habían dado las televisiones", señalan los medios escritos. "Estaba en las primeras páginas de los periódicos", dicen las televisiones. Todos afirman que existe una feroz batalla por la audiencia, pero rechazan que hayan pagado por los testimonios."No aplicamos una política de audiencia a cualquier precio", dice Manuel Campo Vidal, director de Antena 3 Televisión y conductor y editor de un informativo, cadena que ha marcado una fuerte polémica sobre todo en el programa de Nieves Herrero De tú a tú. "Las noticias que hemos dado sobre menores han salido en contextos muy diferentes. La lucha por la audiencia es exagerada, pero para nosotros no vale todo y no olvidamos que no sólo los niños son indefensos".

Tele 5, que ha entrevistado en directo (progama de Laura Valenzuela) a la niña implicada en el caso del Duque de Feria y que ha tratado el tema en La máquina de la verdad, de Julián Lago, se define por boca de su director de programas, Manuel Villanueva, como cadena "preferida de los niños y de la gente joven". "Sin olvidar los criterios comerciales, tratamos de atender a esta parte de la audiencia, pero con el máximo respeto y objetividad. En este caso nos hemos hecho eco del tema porque ha sido portada en otros medios".

Fariseísmo

María Antonia Iglesias, directora de los servicios informativos de Televisión Española -el programa de Francisco Lobatón Quién sabe dónde, de TVE-1, ha batido récords de audiencia en relación con este tema-, dice que hay que superar las declaraciones de principios y sentarse todos los medios a discutir un compromiso serio de comportamiento: "Habría que señalar un tope, porque estamos entrando en un nivel muy peligroso". "No obstante", añade Iglesias, "es farisaico echar la culpa sólo a los medios porque los periodistas reflejamos lo que está pasando".La revista Panorama jugó una baza informativa muy fuerte en el caso de la niña fugada con su profesor y fue acusada de sensacionalismo y de haber pagado a los protagonistas. "Desde luego no hemos pagado nada a nadie", dice Carlos Carnicero, director de esta publicación, "y decidimos darle ese tratamiento porque era un caso público y notorio, y además no era dramático, sino el análisis de una conducta social". Para Carnicero, "este debate es cínico porque no se va al fondo de las agresiones a los niños".

"En este caso prevalece el derecho a la información sobre el derecho a la propia imagen", dice Basilio Rogado, director de Diez Minutos.