La Reina regresa a Madrid
Don Juan resiste los embates de su enfermedad
El padre del Rey "mantiene una estabilidad de las constantes vitales dentro de límites normales. Esta variación supone una mejoría respecto a días anteriores, aunque no significa un cambio sustancial" en su estado de salud, "que sigue considerándose grave", según el comunicado sobre don Juan de Borbón difundido ayer, a las ocho de la tarde, por la portavoz de la Casa del Rey, Asunción Valdés.
Las constantes vitales del padre del Rey mejoraron ayer, lo que demuestra que don Juan supera una y otra crisis, y se mantiene en un estado de gran sosiego para asombro de todos, incluidos los médicos. El Conde de Barcelona fue visitado ayer por el nuncio, MarioTagliaferri, y el obispo de Pamplona, José María Cirarda.El presidente de la Comunidad Foral navarra, Juan Cruz Alli, fue recibido por el Rey en la mañana de ayer y visitó brevemente a don Juan. A la salida, Cruz Alli recordó que la imposición al Conde de Barcelona de la medalla de oro de Navarra, en el último acto público al que pudo asistir el padre del Rey, fue un reconocimiento "a la aportación de don Juan a la causa de la libertad, de la democracia y de la convivencia".
"Don Juan", dijo el presidente navarro, "ha sido siempre un símbolo y una bandera de libertad e hizo un gran esfuerzo durante el franquismo por democratizar el país aglutinando tanto a sectores vinculados al régimen como a la oposición".
Durante su visita a Pamplona el día anterior, el presidente del Gobierno, Felipe González, destacó la "extraordinaría dignidad" de la figura de don Juan y dijo que, cuando se produzca el fallecimiento, "España entera y, por supuesto, las autoridades le rendirán el homenaje que se merece".
Dormir en calma
La agonía del Conde de Barcelona se está produciendo en un ambiente de gran serenidad. El estado de sedación en que se encuentra evita sufrimientos a don Juan y todos los testimonios de personas que tienen acceso a la habitación 601 de la Clínica Universitaria de Navarra coinciden en describirlo como a un hombre que duerme en calma.El Rey pasa largos ratos velando a su padre, sentado en un sillón junto a su cama, contemplándolo y meditando, a veces leyendo. La habitación tiene las mismas características de austeridad que las que ocupan los demás pacientes del centro. En ella se encuentra una talla de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, un crucifijo y fotos de la familia real.
Los Reyes y demás hijos de don Juan, la infanta Pilar y la infanta Margarita y su esposo, el doctor Carlos Zurita, llevan ya cinco noches en Pamplona. Permanecen todo el día en la sexta planta de la clínica y solamente en un par de ocasiones han salido para almorzar fuera. Así seguirán hasta que se produzca el desenlace, aunque en la tarde de ayer la Reina viajó a Madrid para reunirse con sus hijos y la madre del Rey.
El Príncipe de Asturias y las infantas Elena y Cristina están haciendo compañía a su abuela, quien, debido a lo avanzado de su edad y a una lesión que se produjo en los últimos días, no ha podido desplazarse a Pamplona. El Príncipe y las infantas están permanentemente dispuestos para viajar a la capital navarra cuando se estime necesario.
Ojeras y tensión
A mediodía de ayer, cuando los Reyes salieron de su hotel para dirigirse a la clínica, en el rostro de don Juan Carlos se percibían claramente las ojeras propias de las pocas horas de sueño y las muchas de tensión. "Qué mal lo debe de estar pasando", dijo en voz alta una señora a la vez que dedicaba un aplauso al Rey.Desde que el Conde de Barcelona entró en la actual fase agónica, los tres médicos que le atienden duermen en habitaciones de la misma planta. Los doctores García-Tapia, Moncada y Azanza informan inmediatamente a la familia de cualquier novedad importante.
En círculos médicos se comenta que los propios doctores que atienden al padre del Rey han expresado su sorpresa por la fortaleza del Conde de Barcelona, dado que, a pesar de que en estos casos es siempre poco fiable establecer comparaciones, la resistencia del enfermo en tal situación no suele ser habitualmente tan prolongada.
La portavoz de la Zarzuela, Asunción Valdés, transmitió ayer el agradecimiento del Rey a los medios de comunicación desplazados a Pamplona para seguir día a día la evolución de la enfermedad de don Juan.
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