Recetas suecas

Disminuir el poder de los sindicatos, unificar -bajándolo- el monto de todas las asignaciones sociales: seguro de paro, enfermedad, pensiones..., más una serie de reformas políticas es la receta contenida en un informe de 113 puntos elaborado por una comisión de expertos, para que Suecia pueda superar la profunda crisis en que se encuentra. La comisión, presidida por un profesor de Economía de 63 años, Assar Lindbeck, ex socialdemócrata actualmente asesor económico del primer ministro conservador, Carl Bildt, fue creada por el Gobierno en diciembre.

La creación de la comisión coincidió con el fracaso de: los esfuerzos por defender la corona sueca, que pasó a flotar libremente junto a las demás monedas europeas. El cometido del grupo de expertos era analizar y elaborar directivas para una política económica de validez para la presente década.Las conclusiones han sido presentadas esta semana y, según los observadores de diversas tendencias su aplicación supondría modificaciones de tal profundidad, tanto económicas como políticas, que equivaldrían a un golpe definitivo al llamado modelo sueco de bienestar.

El informe, de 200 páginas, titulado Nuevas condiciones para la economía y la política, sostiene que "la crisis económica es más grave de lo que se, había creído" y que "lo peor está aún por venir". Y pronostica un largo y doloroso proceso antes de que "las ligerezas y errores cometidos durante varias décadas puedan ser neutralizados".

Según los expertos de la comisión, la crisis no es solamente económica, sino que afecta en la misma medida a la política y las instituciones. Esto ha llevado a que el interés general -que de acuerdo a las recomendaciones parece coincidir con el de las grandes empresas-, haya sido postergado ante la presión de distintos grupos con intereses específicos, ya sean éstos agricultores, metalúrgicos o maestros, para citar algunos. De ahí que las medidas propuestas afectarían a todos los campos de la sociedad.

Tres problemas

Según la comisión, hay tres problemas agudos que deben ser resueltos en el corto plazo: el enorme déficit presupuestario, el alto nivel de paro y la crisis del sistema financiero y bancario. Las principales medidas están referidas al primer punto y la receta es un ahorro de 100.000 millones de coronas en el lapso de cinco años a partir de ahora (un ahorro mayor en más de un 50% del que había propuesto el Gobierno de, centro-derecha en su presupuesto). La cuarta parte del ahorro propuesto, entre 20.000 y 30.000 millones de coronas, debe provenir, según la comisión, de la caja de compensaciones por concepto de paro. "El principio", dice el profesor Lindbeck, "debe ser que se pague al ciudadano para que trabaje en lugar de hacerlo para que no trabaje". No distingue entre los que no trabajan porque no encuentran dónde, que es el caso de la mayoría de los parados, y los que se han amparado en los beneficios sociales que generosamente habían recibido hasta ahora.Complementariamente a la rebaja por las compensaciones de desempleo, se propone la eliminación de las asignaciones familiares, la baja de un 5% en las pensiones, la eliminación de las subvenciones a las actividades culturales y deportivas y se propone además eliminar o atenuar leyes del mercado laboral que protegen al trabajador, dejando mayor libertad a los empleadores para establecer diferencias de salario, según la capacidad de los trabajadores y despedir a quien consideren menos conveniente para sus intereses, sin necesidad de que deba discutirlo con la dirección sindical.

Paralelamente, la comisión propone una serie de reformas políticas tanto de forma como ideológicas, que tienen una intención de más largo alcance. Disminución del número de diputados a la mitad (actualmente es de 349), al mismo tiempo que se extiende el periodo de su mandato a cuatro o cinco años (actualmente es de tres), fortalecimiento de la posición del primer ministro y el ministro de Finanzas, eliminación de las diputaciones provinciales que tienen por cometido el servicio de la asistencia médica y sanitaria, cierto tipo de enseñanza especial para minusválidos y en algunos casos el transporte público.

La filosofía del informe es la de que el sistema que ha regido hasta ahora, en el que las organizaciones populares habían jugado un papel democratizador en la sociedad sueca, han priorizado los intereses de los distintos grupos en desmedro de los generales.

El informe ha sido recibido por el Gobierno como un espaldarazo a su política y en general hay coincidencia respecto a la justeza del diagnóstico, aunque no en la terapia para curar los males. Para los sindicatos y buena parte de la socialdemocracia, es una declaración de guerra. Como parte de la crisis en que se encuentra Suecia, se ha planteado en estos momentos la posibilidad de realizar elecciones anticipadas ante la impotencia del Gobierno para llevar adelante sus propuestas económicas.