IU consigue atraer a un millar de vecinos en la primera jornada de su referéndum
Izquierda Unida logró ayer que 953 vecinos del barrio de Palacio, un 17% de los que votaron en las últimas elecciones, participasen en la primera jornada de su referéndum sobre la reforma de la plaza de Oriente. Izquierda Unida puso el listón de concurrencia en un 20% o 25%, que espera alcanzar hoy. Miguel de Oriol votó a favor de su proyecto, aunque acusó a los convocantes de haber organizado "una campaña basada en falsedades". El portavoz de IU, Paco Herrera, destacó que la participación dobló los votos conseguidos por su coalición en la zona, "lo que desmiente que la consulta fuera para amigos".
Hace un siglo, alguien propuso afrancesar la Gran Vía con bulevares, y el polémico debate que surgió entonces llegó a inspirar una zarzuela. La que lleva el nombre de la calle.Ciento siete años después, un nuevo proyecto urbanístico, la reforma de la plaza de Oriente, también ha tocado la fibra a músicos Corno Patxi Andión o Javier Gurruchaga. Andión, junto a otros 953 vecinos del barrio de Palacio, acudió ayer a votar en el referéndum. Gurruchaga puso su firma, junto a otros 960 nombres más, en el manifiesto contra el proyecto reservado para las personas sin derecho a voto por no estar censadas en la zona de consulta.
Paco Herrera estaba satisfecho tras la primera jornada del referéndum. El portavoz de IU consideraba que se había conseguido "romper el discurso de los que decían que esta consulta era para amigos, incondicionales o simpatizantes". "Izquierda Unida obtuvo en esta zona 450 votos, y, sin embargo, 953 personas han participado en la consulta".
Uno de ellos fue el arquitecto Miguel de Oriol, padre del proyecto de reforma y vecino de la plaza de Isabel II, que votó a mediodía en el hotel Tryp Ambassador, donde estaba una de las cuatro urnas preparadas por IU. Oriol sabía que con su conducta corría el riesgo de 1egitimar una consulta basada en falsedades". Pero no pudo resistir la tentación. "Prefiero perder por cien a uno que por cien a cero".
No obstante, Oriol sabía que su casillero, el del sí al proyecto, no iba a quedar en blanco. Su mujer había votado previamente en el mismo lugar, y no muy ortodoxamente, porque, según dijo, nadie le pidió el carné de identidad. Oriol aprovechó el dato para tachar la consulta de irregular en uno de los muchos pulsos radiofónicos que mantuvo con los convocantes. A la hora del repaso, los organizadores aseguraron que tenían el número del DNI de la esposa del arquitecto.
'Espontáneos'
Además de los músicos, también acudieron a votar o firmar el manifiesto el actor José Sacristán, el cantante Ramoncín, el diputado de IU Nicolás Sartorius, el secretario regional de CC OO, Rodolfo Benito, y algunos espontáneos con ganas de aportar ideas o de incordiar, según. Entre los primeros estaba el arquitecto del Patrimonio Nacional Ramón Guerra, quien quería comunicar lo que a su juicio era un importante error de cálculo en el proyecto de Oriol. "Se pretende dignificar la entrada principal del Palacio Real, cuando no va a estar ahí. Las visitas se van a hacer por la plaza de la Armería, justo donde en el proyecto se prevé la salida del túnel [bajo la calle de Bailén]", precisó. "Con este plan sólo se consigue poner una barrera arquitectónica a la que será la entrada principal".
Ceferino Moreno, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, también quiso advertir: "Se puede construir el paso subterráneo [que dejaría para peatones la plaza] pero construir un aparcamiento para autobuses bajo el jardín es absurdo. Eso sí que va a llenar de polución la zona". En el proyecto se perfila un estacionamiento subterráneo para 94 autocares y 670 vehículos.
Otro espontáneo, que no quiso identificarse, cogió con ganas a Sartorius. El diputado de IU estaba comentando a los periodistas que la opinión de los vecinos debe tenerse en cuenta, cuando el anónimo le espetó: "¿Y acaso se pidió la opinión de los vecinos cuando se reformó la puerta del Sol?, ¿es que un partido no puede hacer lo que estime oportuno cuando gana las elecciones?".
Izquierda Unida aprovechó la ocasión para anunciar que un organismo consultivo de la Unesco (el Consejo Internacional para la defensa de los Monumentos y de los Sitios Histórico-Artísticos, ICOMOS) había desaconsejado la ejecución del proyecto. El ICOMOS ha presentado alegaciones contra la modificación del Plan General aprobada por el Ayuntamiento para permitir que se pudiera construir un aparcamiento debajo de un jardín protegido.
En las sugerencias, el consejo considera que "existen otras soluciones a los objetivos propuestos". "La zona, en relación con el resto de Madrid, no presenta problemas ni deficiencias graves de tipo urbanístico que hagan imprescindible esta reforma. Y mucho menos los derivados del tráfico y del aparcamiento", se comenta en el texto. El Icomos recomienda, por ejemplo, que los autocares aparquen en el parque de Atenas o en el futuro intercambiador de Príncipe Pío.
El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, apenas dedicó tiempo al asunto. "Es un burla para la democracia", comentó en un paréntesis de su conferencia de prensa sobre las adjudicaciones supuestamente irregulares de pisos municipales. "La legitimidad no nos la da este alcalde, instalado en un pensamiento predemocrático, sino la sociedad", le replicó Herrera.
Malas intenciones
Oriol tenía ganas ayer de desmentir las descripciones "malintencionadas" que IU ha hecho de su proyecto. En la papeleta de votación se dice que el plan consiste en construir "un gran aparcamiento subterráneo para 94 autobuses y 1.000 automóviles y un área comercial de 4.000 metros cuadrados".
"Están hablando de un centro comercial que no es más que un espacio cultural que tendrá servicios para el aparcamiento de autocares y que servirá de sala de exposiciones", comentó Oriol. "El estacionamiento de vehículos tendrá 670 plazas, de las que más de la mitad serán para los residentes. Se reservan espacios para los transeúntes porque, de lo contrario, la zona se colapsará cuando se abran el teatro de la ópera y la catedral".
Con más cariño trató al presidente regional, Joaquín Leguina, quien declaró el jueves a EL PAÍS: "Ni el Ayuntamiento sabe lo que va a hacer en la plaza de Oriente". Oriol repuso ayer: "Creo en Leguina. Leo sus novelas y dice lo que piensa. Por eso, cuando dice que no le gusta mi diseño, sé que es él y que no enarbola ninguna bandera. Cuando tenga la oportunidad de explicarle mi proyecto, creo que lo entenderá".
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