La Academia de Bellas Artes se opone de forma "tajante" a la ampliación del Prado

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se opone, por razones históricas y arquitectónicas, a la ampliación del Museo del Prado en tres plantas subterráneas, en la zona de la puerta de Goya, dedicadas a espacios de uso público, despachos y salas de exposiciones temporales. La postura de los académicos es "tajante" y se ha tomado en un pleno, por unanimidad, después de tres sesiones de la Comisión de Arquitectura. El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid no se ha pronunciado, pero prefiere la participación en concurso público para confrontar ideas.

El presidente en funciones del Patronato del Museo del Prado, José Manuel Pita Andrade, solicitó, de acuerdo con una decisión del patronato, a la Academia de Bellas Artes y al Colegio de Arquitectos de Madrid sus opiniones sobre el anteproyecto de las nuevas áreas del museo, realizado por el arquitecto Francisco Rodríguez Partearroyo. El anteproyecto no está "parado", según el subsecretario de Cultura, Santiago de Torres, y se expondrá próximamente en el museo durante mes y medio. Después de la, exhibición pública y con el conocimiento de la opinión de instituciones y expertos, el patronato tendrá la última palabra y votará el anteproyecto.

Rigor arquitectónico

El Colegio de Arquitectos de Madrid ha pedido al patronato, en respuesta enviada el 17 de febrero, hasta ahora sin respuesta, que concrete sus peticiones, ya que su escrito era confuso en este sentido, según declaró ayer el decano Luis del Rey. Añade que el colegio debe intervenir en todos los proyectos que tengan trascendencia para la ciudad y en este caso es partidario de la convocatoria de un concurso público, de ideas. Como opinión personal, dice que el anteproyecto de Rodríguez Partearroyo no le desagrada, sobre todo en la idea de recuperar las trazas originales, y que se nota la "rigurosidad" del arquitecto.

La Academia de Bellas Artes ha sido la primera institución en conocer el anteproyecto. Pita Andrade, también académico de Bellas Artes, y Felipe Garín, director del Prado y académico correspondiente, llevaron la maqueta a la sede de la academia, en donde asombró su construcción, y ofrecieron los argumentos de la necesidad de los nuevos espacios. Los académicos también recibieron la visita oficial del ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, con un amplio recorrido por las salas y la promesa de ayudas económicas. Algunos académicos han considerado estas visitas como una forma de presión.

Un informe "especialmente crítico" de cuatro folios es la respuesta de la Academia de Bellas Artes, en los que se explican las objeciones al anteproyecto, tanto de orden histórico como arquitectónico y urbanístico. La opinión de la academia -en donde se conservan los planos originales de Juan de Villanueva sobre el Prado- se ha tomado por unanimidad, en un pleno con asistencia de 40 miembros y en tres sesiones anteriores de la Comisión de Arquitectura, formada por arquitectos, ingenieros y artistas. Forman parte, entre otros, Fernando Chueca Goitia, presidente; Luis Cervera, Antonio Fernández Alba, Julián Gállego, José Antonio Fernández Ordóñez, Miguel Oriol, Ángel del Campo, Julio Cano Lasso y Rafael de la Hoz.

"La academia ha puesto numerosas objeciones al anteproyecto, sobre todo en su conjunto urbano", declaró ayer Ramón González de Amezua, director de la Academia de Bellas Artes. Considera que la configuración urbana del edificio de Villanueva es muy delicada y obliga a tener "mucha prudencia". También rechaza el argumento del anteproyecto de recuperar la imagen original del museo en la actual puerta de Goya, con una rampa de acceso que parte desde el paseo del Prado, ya que Villanueva trabajó con unas condiciones específicas del terreno. Según Fernando Chueca, la academia es "tajante" y la crítica se centra en la ordenación de la fachada norte del museo, con una entrada a través de un "foso callejón". Otro académico dice que en el informe domina "un criterio conservador, pero con razón".

Según fuentes académicas, Solé Tura muestra con entusiasmo la propuesta, pero está "asombrado" por las reacciones en contra y admite que la ampliación del Prado con el actual Ministerio de Agricultura, en la plaza de Atocha, es la "solución magnífica".