Israel teme una mayor intervención de EE UU en Oriente Próximo
El primer ministro israelí, lsaac Rabin, viajó ayer a Washington, alentado por la voluntad siria de reanudar las negociaciones de paz, pero preocupado por las intenciones estadounidenses de desempeñar un papel más activo en las conversaciones entre árabes e israelíes. Rabin pedirá explicaciones al presidente Clinton y subrayará que el marco establecido en la conferencia de Madrid prevé negociaciones bilaterales entre las partes, "sin intervenciones o presiones exteriores".
Informaciones procedentes de Washington insinúan que el se cretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, tiene la intención de convocar a todas las partes implicadas (árabes, palestinos e israelíes) a una consulta, a finales de marzo, para preparar la reanudación de las conversa ciones bilaterales, previstas para el 20 de abril. [Un portavoz de la OLP con firmó ayer el rechazo palestino a la invitación de EE UU y Rusia para participar en las conversa ciones "mientras no se solucione la crisis de los palestinos deportados en Líbano, informa Reuter. En este sentido, fuentes palestinas afirmaron después que la OLP ha comunicado a Egipto y a Sirla la aceptación de un retorno escalonado de los deportados, que debería terminar en junio]. El lapsus de Warren Christop her cuando manifestó que estaba dispuesto a estudiar la posibilidad de mantener una entrevista con Yasir Arafat no ha sorprendido a Rabin después de que Washington alentara al Reino Unido a elevar el nivel de la representación de la OLP en Londres. En Jerusalén reina un mayor optimismo en relación a las conversaciones con Siria, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Faruk al Shara, declaró en El Cairo su disposición a aceptar "una evacuación gradual y escalonada en varios años de las tropas israelíes del Golán".
En su entrevista con Clinton del lunes próximo Rabin quiere abordar la posible retirada total de los altos del Golán con dos condiciones: la firma por parte de Sirla de una paz verdadera con Israely el fortalecimiento del acuerdo estratégico entre EE UU e Israel, que deberá ser dotado de un nuevo contenido: la lucha conjunta contra el integrismo islámico. Precisamente ayer el Ejército de Israel detuvo a siete presuntos integristas musulmanes en la "zona de seguridad" que Israel controla en el sur de Líbano. En la franja de Gaza, seis palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con soldados israelíes.
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