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El alcohol causa directamente 10.000 muertes anuales en España

Las drogas ilegales causaron 80 muertes en 1992 y el alcohol, directamente, 10.000. El dato ha puesto en marcha al Plan Nacional sobre Drogas contra el alcoholismo, favorecido por 160.000 puntos de venta en España y una publicidad de más de 17.000 millones de pesetas anuales. Encuestas de 1990 señalaban que el 21 % de los jóvenes de BUP y FP beben alcohol diariamente. Existe una legislación que prohibe la venta a menores de 16, "pero no se cumple", afirma el delegado del plan, Jesús García Villoslada.

La trampa hasta ahora ha sido que el alcohol "no es ajeno a nuestra cultura sino que forma parte de la tradición. Resulta hasta divertido que un hijo llegue a casa borracho, cosa que no cabe pensar si llegara absolutamente drogado", comenta Jesús García Villoslada. Además de las 10.000 muertes que se atribuyen directamente al alcoholismo, detrás de esta droga legal está un tercio de los accidentes de tráfico, el 20% de los accidentes laborales, muchos actos delictivos, desórdenes violentos y la mayoría de los episodios de malos tratos familiares.El alcoholismo no se improvisa. Empieza silenciosamente con la copa del fin de semana en los locales de los adolescentes, "donde una bebida alternativa es más cara que una alcohólica", sostiene García Villoslada. Encuestas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Comunidad Europea y del Ministerio de Educación y Ciencia coinciden en señalar en 1990 la gravedad del problema en España. En general, el porcentaje de jóvenes europeos que han tenido contacto con el alcohol antes de los 11 años se ha doblado del 18% al 36%.

Consumo en los jóvenes

El alcohol es la droga más consumida por los escolares españoles. A los 15 años, el 96% de los chicos y el 90% de las chicas lo han probado. En formación profesional, el 51 % lo consume diariamente.

La edad media para la primera embriaguez se sitúa en España en los 13,4 años. "Como estamos en una sociedad consumista que ve bien el alcohol, lo normal a esas edades es comentar al día siguiente: '¡Jo, que pedo me cogí anoche!'. Y el que no se lo coge es considerado un gilipollas". El que lo cuenta es un joven de 25 años que descuelga el teléfono de una asociación de alcohólicos anónimos de Madrid. Empezó a beber a los 15 años. A lo tonto. Porque salía con gente mayor "y eso era lo que hacían", recuerda.

A partir de entonces ha tenido varios accidentes de coche y perdió varias veces el trabajo. "Faltaba especialmente los lunes, porque aquello no eran pedos, eran borracheras". Hasta que la adicción no se hizo totalmente incompatible con la vida este joven no acudió en busca de ayuda, y fue gracias a su madre. "A este teléfono llaman algunas madres que va tienen el marido alcohólico y buscan ayuda para sus hijos que empiezan", cuenta. "Los propios jóvenes llaman poco, pero recuerdo el caso de una chavalita de 16 años que empezó a venir por aquí hasta que sus padres se la llevaron porque no querían aceptar que su hija tenía este problema".

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