Kohl y Engholm tratan de sobrevivir al 'terremoto' de las elecciones de Hesse
El terremoto causado por los resultados de las elecciones municipales celebradas el pasado domingo en el Estado de Hesse empezó ayer a cobrarse sus primeras víctimas entre los perdedores, tanto en los partidos que forman la coalición gubernamental como en la oposición socialdemócrata. El liderazgo de Björn Engholm en el SPD (Partido Socialdemócrata) y su capacidad de llevar al partido al poder en 1994 ha sido lo primero en ponerse en duda. En el seno del Gobierno, el enfrentamiento entre democristianos y liberales ha llegado al terreno personal, con graves descalificaciones mutuas que se han lanzado el canciller Helmut Kohl y el presidente del FDP, el conde Otto Lambsdorff.Las declaraciones públicas de apoyo a Engholm efectuadas ayer por dos de los personajes más influyentes de la ejecutiva del SPI), el último candidato a la cancillería, Oskar Lafontaine, y el vicesecretario del partido, Wolfgang Thierse, así como la ambigüedad de su secretario general, Karl-Heinz Blessing, no tienen otra intención que la de mostrar la amplitud del debate.
En el seno de la coalición gubernamental (CDU, CSU y FDP) tampoco van mejor las cosas. El canciller Helmut Kohl lanzó ayer un ataque en toda regla contra el conde Otto Lambsdorf, el presidente de los liberales (FDP), que se había atrevido a criticar la actuación del Gobierno. "Debe mirarse primero a sí mismo, si se queja de la inefectividad del Gobierno", dijo Kohl. El canciller lamentó la salida del Gobierno del liberal Hans-Dietrich Genscher. "Raramente puede verse a los líderes de los partidos actuar tan desastrosamente", añadió.
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