Una de cada 100 mujeres tiene el virus de la hepatitis C, según un estudio en embarazadas

Un estudio efectuado en 4.615 gestantes de toda Cataluña de entre 18 y 40 años, en el que han colaborado 44 hospitales, ha revelado que la incidencia de la hepatitis C en este colectivo es del 0.9%. Ese porcentaje equivale, por ejemplo, a la mitad de la población diabética diagnosticada, pero esta alta prevalencia no presupone que todos los infectados vayan a desarrollar una afección hepática severa, según Lluís Salleras, director general de Salud Pública de Cataluña.

Se considera que las mujeres embarazadas son un colectivo más representativo de la población general que los donantes de sangre para conocer la prevalencia de esta enfermedad, en la que persisten grandes incógnitas. El virus de la hepatitis C tiene una estructura biológica y un comportamiento completamente distinto de los virus de la hepatitis A y B, y se transmite también de forma diferente.En la hepatitis B, por ejemplo, está claro que existe posibilidad de transmisión sexual, mientras que en la C, el contacto sexual parece no incrementar el riesgo de contagio. "Diferentes estudios han demostrado que las pareja de personas infectadas por el virus C no presentan un índice de infección superior al de la población general", explica Miquel Bruguera, jefe de Hepatología del hospital Clínico de Barcelona.

El estudio efectuado en las mujeres gestantes ha puesto de manifiesto que no existen diferencias de incidencia en función de la edad, el lugar de origen o el nivel económico o cultural, por lo que persiste la gran incógnita sobre la forma en que se transmite esta enfermedad. "Hasta ahora, la única fuente de infección claramente identificada es la transfusión sanguínea, es decir, la inoculación de sangre infectada por el virus", indica Rafael Esteban, de la unidad de Hepatología de Vall d'Hébrón. "Pero sólo el 15% de las personas infectadas por el virus tienen antedecentes de haber sufrido una transfusión o intervención similar. Queda, pues, la incógnita de cómo se han infectado el 85% restante", añade el doctor Esteban.

La hepatitis C está considerada la más más severa de las tres conocidas. Sin embargo, Miquel Bruguera advierte que no debe provocarse alarmismo entre las personas infectadas por el virus, pues pueden estar muchos años sin sufrir sus consecuencias. "Y muchos de ellos morirán probablemente de otras afecciones", remacha.

Lo cierto es que no se sabe si todos los infectados acaban sufriendo lesión hepática, aunque todo parece indicar que, a la larga, sí. Tampoco se sabe cuánto tiempo puede tardar en aparecer. Una vez que existe lesión, la evolución es también variable. El 50% de los infectados evoluciona hacia una hepatitis crónica, que en algunos casos puede dar lugar a cirrosis y cáncer hepático.

Existe una técnica capaz de detectar la presencia del virus en la sangre, por lo que en pocos años el control de las donaciones permitirá eliminar en los países industrializados la vía de contagio por transfusión. España ha sido pionera en el control de las donaciones, que permite reducir las infecciones postransfusionales hasta al 0,7%, según Rafael Esteban.