Reflexiones sobre el racismo
Soy uno de los entrevistados en el artículo Razas, publicado en El País Semanal del 21 de febrero de 1993, y quiero recoger que en aquella entrevista se contó una verdad a medias.Como madrileño que soy, y en agradecimiento a todas las buenas gentes de esta tierra que me vio nacer, quiero hacer constar que el entrevistador sólo reflejó aquellas anécdotas que estaban relacionadas con racismo y xenofobia, pasando por alto las buenas cualidades de las buenas gentes que viven en España. A modo de ejemplo, cuando se me negó el acceso a una cátedra por mi color de piel, me ofrecieron ofertas de otras tres cátedras, insistiendo en que me fuera con ellos y así reparar el daño moral que me causaron. Éstos y otros datos fueron aportados al entrevistador.
El sentido de la justicia invita a que los hechos relatados se cuenten con sus partes buenas y malas. En España, con respecto al tema del racismo y la xenofobia, existen gentes que así comulgan, mientras que otras lo rechazan de lleno. En este sentido, este texto completa la primera parte de la publicación.
Por último, quería recoger que la comunidad religiosa a la que pertenezco es una comunidad bien establecida, en España legalmente, y no una secta, como actualmente se denominan a agrupaciones de origen dudoso. Nuestra comunidad es la Comunidad Ahmadia del Islam, con sede en la mezquita Basharat, en Pedro Atad (Córdoba).-
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