Cien mil trabajadores marchan en Roma "contra el Gobierno Amato" pese a la oposición de las cúpulas sindicales
Más de cien mil trabajadores, según la policía -300.000 según los organizadores-, pertenecientes a las bases de los tres grandes sindicatos italianos -CGIL, CISL y UIL-, marcharon ayer en Roma para protestar "contra el Gobierno Amato, por el Estado social y la democracia", a pesar de la oposición de las cúpulas sindicales.
Los manifestantes fueron convocados por los consejos de fábrica y las bases sindicales. Los sindicatos -CGIL, el mayoritario, está compuesto por los ex comunistas y los socialistas (éstos en el Gobierno); la CISL, por la Democracia Cristiana, también en el Ejecutivo y la UIL por los socialistas-, no participaron en la convocatoria. Los trabajadores italianos mostraron ayer su oposición a la nueva política económica de Amato. El pasado 31 de julio, el Gobierno y los sindicatos pactaron la supresión de la escala móvil y bloquearon los convenios colectivos. Las bases no han aceptado el acuerdo y ponen en duda la representatividad de sus elegidos.La manifestación tuvo que salir de la plaza de la República con tres cuartos de hora de antelación, debido a la gran concentración que se produjo. Al final de la marcha se produjo un momento de tensión cuando un grupo de estudiantes y trabajadores lanzaron monedas, naranjas y trozos de asfalto contra la tribuna de oradores en la plaza de San Giovanni.
A la convocatoria se adhirieron el Partido Democrático de la Izquierda (los ex comunistas de Achille Occhetto), Refundación Comunista, los Verdes y el Movimiento La Rete, del ex alcalde de Parlemo Leoluca Orlando. Las grandes centrales consideraron la marcha "estéril" y lesiva para los intereses del movimiento sindical.