Alegría israelí y consternación palestina ante la convocatoria por EE UU de las conversaciones de paz

La decisión del secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, de convocar, de acuerdo con su homólogo ruso, Andréi Kózirey, una nueva ronda de las conversaciones de paz sobre Oriente Próximo ha provocado una indisimulada alegría en los medios gubernamentales israelíes. Los palestinos, en cambio, se encuentran consternados. Siria, para coordinar posturas, ha convocado una reunión árabe en Damasco.

"La decisión de Christopher nos parece prematura", declaró ayer, un tanto decepcionada, la portavoz palestina, Hanán Ashraui, quien reiteró, una vez más, que los palestinos no se sentarán en la mesa de negociaciones mientras no exista una solución al caso de los deportados. En medios próximos al Gobierno israelí, en cambio, la satisfacción es indisimulada. Un alto funcionario de la oficina de¡ primer ministro llegó a calificar el anuncio estadounidense de "muy positivo".Christopher explicó ayer a los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica los pormenores de sus contactos en Oriente Próximo. Víashington desea conseguir la. desconexión entre el problema de los deportados y la reanudación de las conversaciones, y ha empezado ya a cursar invitaciones para la nueva ronda de negociaciones, informa Lluís Bassets desde Ginebra.

Siria, Jordania y Líbano no darán una respuesta a la invitación de Christopher hasta que no conozcan la decisión de la Organización para la Liberación de Palestina (0.LP). En el seno de la organización palestina se dan dos tendencias, la pragmática, que estima que un calendario de regreso escalonado de los deportados sería suficiente, y la radical, que exige un todos o ninguno, igual que Hamás y los propios deportados.

Damasco, para evitar rupturas en el llamado bloque árabe, que en realidad sólo ha funcionado como tal en la apertura de Madrid, ha convocado una reunión urgente para unificar posturas. El ministro de Exteriores sirio, Faruk al Shara, de visita oficial en Bruselas, donde se reunió con Christopher, declaró ayer a una emisora libanesa que su país boicoteará la novena ronda si no se produce antes una solución satisfactoria del caso de los deportados.

Christopher aseguró, tras la reunión con su homólogo sirio, que este país acudirá a las negociaciones. Sin embargo, parece que el compromiso de Damasco obedece más a una planteamiento general que a una decisión concreta. Los analistas israelíes y árabes coinciden en que no hay alternativa a la paz, pero la novena ronda, prevista para el 19 de abril, puede inagurarse con las sillas árabes vacías. No sería la primera vez; las hubo también hace un año cuando Israel no aceptó un estatus independiente para los palestinos integrados en la delegación jordana y éstos decidieron no entrar en la sala.

EE UU confía que en el tiempo que resta, siete u ocho semanas, se produzca alguna concesión en torno a los deportados. Para ello, ya ha puesto en marcha lo que funcionarios norteamericanos llaman diplomacia silenciosa.