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Attenborough: "La pasión dominó la vida de Chaplin"

La película sobre Charlot se estrena en España el próximo 7 de abril

Elsa Fernández-Santos

El cineasta Richard Attenborough tiene, por sus enormes gafas, cara de búho. Es de esa especie de británicos que besa a las mujeres en la mano y que, por su atuendo, parecen haber dejado el yate a la vuelta de la esquina. Primero fue el político Winston Churchin en El joven Winston, luego los líderes Mahatma Gandhi y Steve Biko en Gandhi y Grita libertad, respectivamente, y ahora es Charles Chaplin, en Charlie. "El cine biográfico es un género que sólo es rentable a largo plazo", dice el director de 70 años, que añade: "La pasión dominó la vida de Chaplín".

"La pasión tocó su vida sexual, su compromiso político y su trabajo", cuenta Attenborough -sir Richard desde 1976- sobre Charles Spencer Chaplin, el payaso más famoso de la historia y uno de los hombres más admirados y odiados -acusado de corruptor de menores, comunista y judío- de su tiempo, que dio la espalda a todas las patrias y murió en Suiza en 1977. 'Te gustaban las niñas, era tacaño, cruel y obsesivo a la hora de trabajar. Pero también era un hombre muy generoso y uno de los poquísimos artistas completos que han existido: escribía, producía, dirigía e interpretaba sus películas".Attenborough no cree que su visión del payaso haya sido light, como ha dicho la crítica "No he ocultado nada", dice. Charlie está basada en la autobigrafía de Chaplin y en el libro de David Robinson Chaplin: su vida y su arte. Además, Attenborough tuvo acceso la documentación del cineasta gracias a la autorización de su última mujer, Oona Chaplin.

"Conocí a Charles y Oona en los años cincuenta, fue un encuentro casual. Su hija Arnnie hizo prácticas de script en algunas de mis películas y cuando decidí hacer el filme acudí a ella. Pero Annie me dijo que llamara a Geraldine. Y Geraldine me dijo que escribiera a su madre". "Oona me dio los derechos, le gustaba mucho Gandhi, y sólo me dijo que no habría condiciones, excepto que ni quería leer el guión, ni conocer al actor". Attenborough dice que su obsesión por el cine biográfico se debe a sus ganas de estudiar, lo que no pudo hacer en su juventud. "No soy un intelectual. Dejé la escuela a los 16 años y no he tenido ningún estudio, soy actor", dice. "Y las biografías me ayudan a conocer a los grandes personajes que han cambiado la historia".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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