Asume el cargo el primer presidente civil surcoreano en más de 30 años

El primer presidente surcoreano civil en más de tres décadas juró ayer su cargo ante 30.000 personas concentradas en la plaza donde se encuentra situada la Asamblea Nacional. "Éste será un Gobierno diferente a los anteriores", anunció Kim Young Sam, de 65 años, un disidente antimilitarista que cumplió cárcel en sus tiempos de activismo y que sustituye en el cargo a un general retirado, Roh Tae Woo.

Siempre ambicionó ser presidente, y su ingreso en el partido del Gobierno facilitó este objetivo. En su toma de posesión prometió luchar por la reunificación de la península coreana, partida en dos desde la II Guerra Mundial, e invitó a Kim II Sung, presidente norcoreano, a entablar negociaciones.

Kim Young Sam consiguió la presidencia, con un mandato de cinco anos, en las elecciones generales celebradas el pasado 18 de diciembre, al derrotar al candidato del Partido Democrático, Kim Dae Jung. La principal formación opositora boicoteó el acto por considerar que el presidente no se ha disculpado por haber calificado a Kim Dae Jung durante la campaña electoral de "simpatizante comunista".

Temor a las protestas

La ceremonia de investidura, que significó una importante ruptura con un pasado de 31 años de autoritarismo militar, apenas duró 40 minutos, y la presencia de invitados extranjeros fue escasa, ya que el nuevo líder quiso dar al acto un carácter nacional. Las fuerzas de seguridad, que temían protestas estudiantiles y una concentración de granjeros, cerraron al tráfico varias zonas de Seúl. Poco más de cuarenta kilómetros al norte de la capital, las tropas destacadas en la zona desmilitarizada eran puestas en máxima alerta.Kim Young Sam estimó en su discurso que es posible una Corea reunificada antes de que acabe este siglo. "Presidente Kim", dijo en referencia al jefe de Estado norcoreano, "si realmente se preocupa del pueblo coreano y desea una verdadera reconciliación y reunificación, podemos encontrarnos en cualquier momento y en cualquier lugar".

Reconoció que la economía, que atraviesa su peor momento en 12 años, aunque continúa creciendo, no se desarrolla al ritmo de los años anteriores. "El Gobierno será el primero en apretarse el cinturón", afirmó. También comprometió su palabra en la lucha contra la corrupción.

"Cumpliré cabalmente mis obligaciones como presidente observando la Constitución, defendiendo el Estado, promoviendo la libertad y el bienestar del pueblo y persiguiendo una pacífica reconciliación", concluyó.