La ministra de Defensa canadiense es la favorita para suceder a Mulroney
La renuncia, el pasado miércoles, del primer ministro canadiense, Brian Mulroney, tras ocho años y medio en el cargo, ha abierto la carrera para la sucesión en el seno del partido conservador, en el poder, cuando se acerca la fecha de las próximas elecciones generales, previstas para el otoño. La persona mejor colocada para ocupar el puesto, aseguraban ayer en Ottawa los observadores políticos, es la actual ministra de Defensa, Kim Campbell, de 45 años.
Kim Campbell, una abogada de la provincia de Vancouver, en el oeste del país, saltó al primer plano del escenario político en 1990 al convertirse en la más joven ministra de Justicia de la historia del país. En enero pasado batió otra marca al ser la primera mujer que pasaba a ocupar la jefatura de las Fuerzas Armadas canadienses. Un nombramiento de la mano de Mulroney destinado, aparentemente, a servir de trampolín hacia más altas funciones.
Perfectamente bilingüe en francés e inglés (un requisito indispensable para convertirse en primer ministro de Canadá), Kim Campbell tiene, sin embargo, que enfrentarse al escollo de tener una imagen demasiado de izquierda para un partido estrechamente vinculado al mundo de los negocios.
Su principal rival para la sucesión goza precisamente en este campo de su más importante ventaja: se trata del exministro de Finanzas y actual titular del Comercio Exterior, Michael Wilson, de 54 años, que tiene el apoyo del mundo financiero y de parte de la cúpula del partido. Otra candidata en la lucha por la sucesión es la actual ministra de Asuntos Exteriores, Barbara McDougall, que interrumpió precisamente ayer en Tokio una gira oficial por Extremo Oriente para volver urgentemente a su país.
