Un comisario marroquí comparece ante un tribunal acusado de 518 violaciones

El comisario de la policía marroquí Mustafá Tabit fue juzgado ayer en Casablanca acusado de raptar y violar a 518 mujeres y de grabar en cintas de vídeo cada uno de los casos para luego venderlas. Tabit, de 53 años, era comisario jefe de los servicios de información del barrio de Hay Mohamedi, en Casablanca.

El comisario se hacía llamar Hay, título que se concede a los musulmanes que han peregrinado a la ciudad santa de La Meca y que les confiere una importante autoridad moral y social. Tabit está casado, con dos mujeres y tiene cinco hijos.Además del comisario, comparecen ante el tribunal al menos otras cinco personas. Entre ellas, un ginecólogo que remendaba el himen a las muchachas desvirgadas por el comisario, un técnico en electrónica que instaló las cámaras de vídeo para grabar las orgías y un propietario inmobiliario que cedió varios apartamentos a cambio de participar en los hechos.

El comisario no sólo se hacía llamar Hay sino que cumplía siempre con los rezos preceptivos de su credo. Ello no le impidió violar vaginal, anal y bucalmente a 518 mujeres de toda edad y condición: estudiantes, casadas o prostitutas fueron vejadas por igual. En alguna ocasión forzó a sus víctimas en presencia de sus hijas y sobrinas, y posteriormente las ofreció a sus cómplices.

Tabit tenía gran poder en el barrio en que habitaba porque era responsable de la concesión de pasaportes para salir de Marruecos. Disponía de fotografías de los solicitantes, lo que le permitía convocar a las mujeres que le interesaban y ofrecerles el documento a cambio de violarlas, según ha declarado una de sus víctimas.

118 cintas clasificadas

Todas las violaciones fueron grabadas en 118 cintas de vídeo de tres horas de duración. Las cintas estaban rigurosamente clasificadas con datos personales de cada una de las víctimas, la fecha en que se consumaron las violaciones y otros pormenores a los que Tabit tenía acceso en su calidad de jefe de los servicios de información.Varias víctimas del comisario que presentaron denuncias en su momento aseguran que fueron obligadas a retirarlas ante la importancia del acusado. La primera denuncia fue cursada en 1980 en la ciudad de Beni Malal. Entonces, el caso fue archivado y el comisario fue trasladado a Rabat, a la dirección de la policía.

Las andanzas del comisario Tabit eran de sobra conocidas en el barrio de Hay Mohamedi. Por ello, la prensa local no acaba de explicarse cómo es posible que no haya estallado antes el escándalo.

Las penas para Tabit y sus cómplices pueden ascender a 30 años de prisión, salvo que la familia del policía pueda demostrar que es demente y está sometido a tratamiento psicológico.

Los abogados de la defensa intentaron lograr un aplazamiento del juicio. Alegan que durante el sagrado mes de Ramadán, que empezó ayer, no sería conveniente observar cintas de vídeo con un contenido tan obsceno.

El argumento esgrimido por la defensa no pareció pesar sobre Tabit en su día. Según queda registrado en las cintas, una noche durante el mes de Ramadán en 1990 Tabit violó a una joven amenazándola con un cuchillo. Eso sí, el comisario cumplió poco antes con los rezos preceptivos.