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Austria se plantea abandonar el dogma neutralista ante su ingreso en la CE

Lluís Bassets

Austria empezó el pasado 1 de febrero las conversaciones de adhesión a la Comunidad Europea. Uno de los puntos que sobre el papel presenta mayores dificultades es la "neutralidad perpetua" inscrita en la Constitución. Austria cuenta, sin embargo, con un ministro de Defensa, Werner Fasselabend, dispuesto a destruir los dogmas y a integrar plenamente a su país en la defensa común europea.Fasselabend aseguró el pasado viernes, en una conversación con un grupo de periodistas franceses y españoles, que "la defensa común europea no está en contradicción con la neutralidad", y propugnó un papel destacado de su país en el mantenimiento de la paz en el Centro y Este de Europa. "Será muy dificil estabilizar el Este sin Austria", dijo.

"La neutralidad austriaca ha perdido casi completamente su sentido. El problema es que los ciudadanos están habituados a la neutralidad como un distintivo del Estado y una característica de la propia identidad", asegura el ministro. El Gobierno austriaco tiene por delante ahora uno o dos años para convencer a sus ciudadanos sobre las excelencias de la Unión Europea y para hacerles cambiar su mentalidad sobre la neutralidad.

El argumento de base es sencillo: la Constitución consagra la neutralidad y prohíbe la participación en alianzas militares. y el mantenimiento de bases extranjeras para mantener la independencia del país y garantizar la seguridad de su territorio. Actualmente, ambas cosas están garantizadas mejor por un sistema de seguridad europea que mediante el aislamiento. Para llegar a esta conclusión práctica, Fasselabend está dispuesto a romper todos los dogmas: "Queremos participar en la UEO (Unión Europea Occidental) como uno de los pilares de la construcción europea. Es una cuestión puramente jurídica determinar si es o no una alianza".

Intervención en Serbia

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Respecto a las bases militares extranjeras, el ministro precisa: "No podemos tener bases fijas. Ahora mismo hay millares de soldados europeos que atraviesan nuestro país. No hay bases pero reciben ayuda, suministros, alojamiento". Se deduce de sus palabras que podría haber bases móviles o bases provisionales, pero él mismo va más lejos: "No tenemos ningún problema en ayudar a las tropas occidentales desde Austria. Ni tampoco que pudiera producirse una intervención desde nuestro territorio si fuera necesario contra un país X". Es decir, Austria podría llegar a ofrecer su territorio para una intervención contra Serbia si las Naciones Unidas y los europeos lo decidieran.

Actualmente, a diferencia de Alemania, Austria ya manda tropas fuera de su territorio y fuera de Europa bajo la bandera de las Naciones Unidas. Ahora hay un millar de soldados en la isla de Chipre y en los Altos del Golán.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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