Jasbulátov propone que Borís Yeltsin se someta a un voto de confianza en el referéndum de abril
El jefe del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulátov, propuso ayer que el presidente Borís Yeltsin se someta a un voto de confianza en el referéndum estatal previsto para el 11 de abril. Yeltsin abandonó ayer Moscú y, oficialmente, se marchó de vacaciones al campo durante 12 días, sin dejar recado a sus portavoces sobre si piensa reunirse hoy, tal como estaba, previsto, con Jasbulátov para tratar de resolver la crisis de poder institucional. La convocatoria del plebiscito sigue sin resolverse. Tanto Yeltsin como Jasbulátov se preparan para el referéndum pese a tener posiciones distintas sobre el mismo.
Jasbulátov, que está en contra, propuso ayer incorporar varias preguntas más a la lista de cuestiones que quisiera someter al voto popular. El electorado podría expresar así su confianza o desconfianza en el presidente, los dos Parlamentos (el Congreso y el Sóviet Supremo) y el Gobierno y también decidir si quiere elecciones anticipadas simultáneas de presidente y de Parlamento. Yeltsin quiere evitar las elecciones anticipadas simultáneas.Todas las audiencias oficiales del presidente con interlocutores extranjeros han sido suspendidas, manifestó ayer un portavoz del Kremlin. Yeltsin está, según dijo el portavoz, bien de salud, aunque un poco cansado por el sobrecargado programa de trabajo de las últimas semanas.
Las desapariciones de Yeltsin de la vida pública se han repetido en otros momentos políticos importantes, y las explicaciones oficiales no disipan las cábalas sobre las -razones que han impulsado al presidente a ausentarse esta vez. O bien Yeltsin tiene alguna indisposición, tal vez cíclica, que le impide soportar las tensiones del momento o bien se trata de una maniobra táctica y, en ese caso, el presidente trata de aclarar sus ideas o preparar alguna sorpresa.
Estas eran las conjeturas que se hacían durante un intermedio de la segunda sesión de la Mesa Redonda, una iniciativa del Parlamento ruso, que reunió ayer en Moscú a representantes de diversos partidos políticos, sindicatos, Gobierno y vicepresidencia del Estado, mientras en la alcaldía de la capital tenía lugar otra "mesa redonda" paralela con participantes más radicales. Los participantes en la primera reunión adoptaron una resolución en la que se considera improcedente celebrar un referéndum sobre las bases de la Constitución rusa el próximo 11 de abril.
Preguntas sin elaborar
El presidente Yeltsin no tiene aún elaboradas las preguntas que quisiera someten a plebiscito, según manifestó el primer viceministro, Vladímir Shumeiko, jefe de la comisión que continúa preparando el referéndum. El pueblo ruso está lo suficientemente educado para decir si quiere "una sociedad socialista o democrática", señaló Shumeiko, según el cual el conflicto entre el Parlamento y el presidente no refleja un conflicto en la sociedad.
La mayoría de los dirigentes del poder Ejecutivo, incluidos los líderes de las repúblicas en el territorio de Rusia y los jefes de las administraciones regionales, se han pronunciado en contra del plebiscito. Una excepción es el alcalde de San Petesburgo, Anatoli Sobchak. Según éste, Jasbulátov podría aprovechar el fracaso del referéndum para plantear un voto de censura al presidente ante el Congreso.
El Congreso de los Diputados Populares (superparlamento) es el único órgano facultado para anular la convocatoria del referéndum, dijo Shumeiko. El Congreso debería ratificar la decisión de no celebrar el plebiscito, en el caso de que Yeltsin y Jasbulátov conjuntamente con el presidente del Tribunal Constitucional, Valeri Zorkin, lleguen a este acuerdo.
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