Eficaz policiaco con vecinos
Consenting adults
Director: Alan J. Paku1a. Guionista: Matthew Chapman. Fotografía: Stephen Goldblatt. Música: Michael Smaill. Estados Unidos, 1992. Intérpretes: Kevin Kline, Mary Elizabeth Mastrantonio, Kevin Spacey, Rebecca Miller. Estreno en Madrid: Palacio de la Prensa, Albufera, Vaguada, Victoria, Ciudad Lineal, Liceo, Ideal (versión original subtitulada).
Richard y Priscilla Parker constituyen un matrimonio perfecto. El es músico y entre ambos tienen un estudio de creación y grabación de música para anuncios publicitarios. Su hija Lorí estudia en un colegio especial para adolescentes con talento para la música. Y viven en un lujoso barrio residencial Todo va muy bien en sus vidas hasta que aparecen unos nuevos vecinos, los Otis. Poco a poco, y poniendo como cebo el atractivo erótico de su esposa, le tienden a Richard Parker una trampa mortal en la que no tarda en caer, poniendo en peligro su vida y el futuro de su familia.Con estos elementos, Matthew Chapman ha construido un guión de una gran eficacia sin trampas ni agujeros. Funciona muy bien y contiene una intriga minuciosamente dosificada en la tradición del mejor cine negro en su variante de estafa a las grandes compañías de seguros. Con este guión, se muestra como un consumado profesional de la creación y desarrollo de intrigas policiacas.
Y ha tenido el acierto, quizá debido a que su cine siempre se mueve en el terreno de las producciones semi independientes de bajo presupuesto, de confiar su producción y dirección a un hombre de mucho más prestigio y solidez, como es Alan J. Pakula. Éste ha sabido extraer de él todas sus virtudes, disimular algún mínimo defecto de construcción y convertirlo en una eficaz narración policiaca que parte de la normalidad cotidiana para alcanzar progresivamente la profundidad de la pesadilla, de los remordimientos morales.
Siempre interesado por el género negro, el último éxito de Pakula es Presunto inocente (1990). Con Dobles parejas llega más lejos al conseguir crear el clima y la graduación indicada para que la vida de un tranquilo matrimonio se convierta en un infierno lleno de crímenes. Al tiempo que también logra un perfecto desarrollo -don de un falso culpable trata de escapar de la trampa mortal donde ha caído arrastrado por su deseo sexual.
Una de las cosas que más se agradecen de Dobles parejas es lo bien rodada que está. Dentro del más estricto y efectivo clasicismo, Dobles parejas destaca por el buen uso que se hace de la grúa. Sin olvidar la eficacia de sus actores, tanto la del tranquilo matrimonio protagonista, encarnado por un Kevin Kline cada vez más seguro de sí mismo y una Mary Elizabeth Mastrantonio siempre identificada con su personaje, como los vecinos que irrumpen tumultuosamente en sus vidas, bien interpretados por el inquietante Kevin Spacey y la casi desconocida Rebecca Miller.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.