El 'patrón' va por libre
Fraga se ha alejado de la vida interna del partido que fundó
Manuel Fraga, fundador del PP cuando éste era AP, se ha mantenido alejado de los asuntos internos del partido desde que alcanzó la presidencia de la Xunta y cedió el mando a José María Aznar. Investido como una especie de patriarca de la organización, Fraga ha ido por libre en los tres últimos años -a veces contradiciendo públicamente la política del partido- e incluso delegó en el secretario general del PP gallego, Xosé Cuiña, su puesto en la ejecutiva. Ante el congreso que hoy comienza, no parece que Fraga vaya a cambiar de estrategia, pues seguirá delegando su presencia en la dirección.
El PP gallego funciona casi como un partido soberano. Sus militantes tienen incluso un carné distinto a los del resto de España porque, como ha reconocido en alguna ocasión el propio Aznar, constituyen una organización "especial". Así, Fraga ha dejado enteramente enmanos de Aznar la tarea de dirigir el partido, mientras él se entregaba a sus responsabilidades de Gobierno en Galicia, donde ha decidido sin preocuparse de cuál podría ser la opinión de los dirigentes nacionales populares. Así ocurrió con la propuesta del presidente de la Xunta para convertir las comunidades autónomas en "administraciones únicas" en el ámbito de su territorio. Fraga sorprendió a todo el mundo presentando su iniciativa en el Parla mento gallego. La dirección nacional del PP no la conoció hasta varias semanas después, cuando la Xunta se la remitió por fax. Al equipo de Aznar no le quedó más remedio que asumir la propuesta, que ahora será ratificada por el congreso.Esta actitud de Fraga ha colocado a veces en una incómoda posición a los dirigentes populares. Mientras el PP arremetía contra el régimen cubano, Fraga viajaba a la isla e invitaba a Fidel Castro a visitar Galicia. El año pasado, en su única intervención directa en un asunto de política nacional, intercedió ante Aznar a petición de Felipe González para que los populares firmasen el pacto autonómico.La autoridad del viejo patrón sobre el actual equipo dirigente del PP sigue siendo incuestionable y le basta con imponer sus criterios cuando lo necesita, sin necesidad de inmiscuirse en debates internos. En cualquier caso, hasta las próximas elecciones no es previsible que vuelva a interferir en la estrategia de acoso al Gobierno diseñada por los hombres de Aznar.
La negativa del PSOE a discutir la propuesta de administración única ha empujado a Fraga a posiciones más críticas con el Ejecutivo. Además, su interés se centra en revalidar la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de octubre. Fuentes de la Xunta ya han anunciado que Fraga quiere estar al margen de la campaña de las legislativas.
Consultado por EL PAÍS sobre sus expectativas personales ante el congreso que hoy se inicia, Fraga se limitó a realizar una breve declaración, en tono institucional: "El congreso del PP reflejará la plena madurez de un partido político que representa a la vez fuerzas auténticas de la sociedad española, las tendencias claras de una Europa que ha superado la era de los socialismos y el futuro político de la nación, dando cara a la crisis presente".
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