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Aznar intenta reforzar su liderazgo y profundizar la renovación

El presidente del PP, José María Aznar, espera salir del XI Congreso del partido, que se inicia hoy en Madrid, con su liderazgo personal reforzado y manos libres para profundizar la renovación del partido. Menos de tres años después de ser elegido en el congreso de la refundación (Sevilla, abril de 1990), Aznar ha conseguido convertir al PP en referencia prácticamente única de todo lo que queda a la derecha del partido socialista e incorporar buen número de ex centristas de UCD, sin registrar pérdidas significativas en la vieja guardia fraguista. El congreso aprobará el programa de gobierno de los populares.

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Las otras dos tareas encomendadas por la dirección a la asamblea, además de aclamar a Aznar como candidato frente a Felipe González, son sancionar una incorporación masiva de mujeres a la ejecutiva y graduar la intensidad del sistema interno de incompatibilidades, concebido como una vía para la renovación generacional y política de la estructura dirigente intermedia e inferior y de los grupos parlamentarios.La decisión de convocar el congreso en febrero fue adoptada a finales del año pasado, cuando el PP se preparaba para un anticipo de las elecciones generales, que no se ha producido. En todo caso, Aznar resolvió que el partido no se podía permitir el riesgo de tener que celebrarlo en plena disputa por el voto. El adelanto de abril a febrero le servía, además, para "tomar la iniciativa política" mientras el PSOE y el Gobierno se enfrascan en tratar de despejar sospechas de corrupción y en explicar las sombrías perspectivas económicas.

Aznar confía también en que el congreso servirá para presentar al PP en sociedad como alternativa de gobierno y para obligar al propio partido a trabajar con esta filosofía. "El país no está para alegrías y tenemos que trabajar preparados para asumir gravísimas responsabilidades", repite el sucesor de Fraga en las últimas semanas. Se pretende que el partido absorba y haga suyo el programa como un instrumento para los próximos meses y no sólo como un requisito formal de la campana electoral.

El programa de gobierno, trabajado durante año y medio, se divide en 10 ponencias, cada una dividida a su vez en áreas especializadas. En total son 29 documentos con análisis de situación, crítica a la gestión socialista de los últimos 10 años y las propuestas del PP. La undécima ponencia, de estatutos, confiada a Federico Trillo, introduce criterios para evitar la acumulación de cargos internos y públicos.Medida polémica

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Se trata de una decisión personal de Aznar, que quiere aprovechar su fuerza actual en el partido para sacar adelante una medida polémica sobre la que existen puntos de vista contradictorios. Unos sectores quieren más incompatibilidad, y otros, menos. Al final, previsiblemente, será el propio presidente quien tercie y decida el grado de aplicación de los nuevos criterios.

Como la incorporación de un tercio de mujeres a la lista de la ejecutiva que debe votar el congreso (10 sobre 30), la fijación de criterios de incompatibilidad debe servir para ejemplarizar ante la sociedad española, según la concepción del líder del PP.

Los populares no fijan una cuota mínima de presencia femenina en sus órganos directivos, pero confían en que el reflejo de la dirección propicie en todo el partido una incorporación importante de mujeres a las tareas de responsabilidad. En cuanto a las incompatibilidades, además de su función interna, Aznar está convencido de que deben proyectar sobre la sociedad española la idea de que la política no es un ejercicio de acumulación de cargos, sino de aceptación de responsabilidades.

La unidad del partido se considera desde la dirección perfectamente asegurada en torno al liderazgo de Aznar y se cuenta con que el congreso la refuerce también frente a los enfrentamientos internos en las filas del socialismo.

Discrepancias aisladas, como las de Miguel Herrero de Miñón o Fernando Suárez, que ha enmendado la propuesta de Administración única ideada por Manuel Fraga, "servirán para poner de relieve la soledad de sus protagonistas", según el aparato de Aznar.

La idea de un congreso operativo y dedicado a trabajar el programa ha llevado a reducir al mínimo el número de invitados. Además de todos los partidos parlamentarios españoles, la patronal CEOE y los sindicatos, sólo acudirán el presidente del Partido Popular Europeo, el belga Wilfried Maertens, y el presidente del Parlamento Eropeo, el democristiano alemán Egon Klepsch.

En cambio, Aznar ha debido renunciar a su idea de celebrar el congreso con un millar de delegados para no frustrar a centenares de dirigentes locales, cuya ilusión es participar en el cónclave. Finalmente, se han elegido en las agrupaciones 2.500 compromisarios, que, junto a 300 natos en razón de su cargo, abarrotarán desde las diez de la mañana de hoy el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid.

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