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El entorno del aspirante

Cinco hombres de confianza de Aznar forman el núcleo duro del 'aparato' del partido

Cada lunes a las nueve de la mañana, en Génova 13, sede central del Partido Popular, José María Aznar se reúne durante una o dos horas con cinco hombres para preparar y planificar la semana. Cuatro son diputados en el Congreso, y el quinto, periodista. Es el núcleo duro del aparato del partido, la gente de máxima confianza política. Allí está Francisco Álvarez Cascos, de 45 años, asturiano ejerciente y diputado por el Principado, aunque nacido en Madrid. Es el secretario general del partido, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, casado y con cuatro hijos.

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Álvarez Cascos está considerado en el partido el más caracterizado representante del pensamiento y el estilo conservadores, a la británica, y un durísimo fajador parlamentario. En un hipotético Gabinete Aznar se le asigna un papel relevante, por ejemplo una vicepresidencia, si el presidente no le pide que siga al frente del partido.El segundo interlocutor es Rodrigo Rato, madrileño, de 47 años, portavoz en el Congreso de los Diputados. Es licenciado en Derecho, tiene un máster en administración de empresas por Berkley (EE UU), está casado y tiene un hijo. Al igual que Álvarez Cascos, Rato ocupaba un escaño junto a Fraga desde la segunda legislatura democrática. Además de organizar y disciplinar el grupo parlamentario, en los últimos años se ha encarga(lo del área económica, ponencia que defenderá en el congreso. Es uno de los candidatos a ocupar el puesto de Solchaga.Gente de fuera

Mariano Rajoy, nacido en Santiago de Compostela hace 37 años, abogado y registrador de la propiedad, es un caso de fulgurante carrera política desde que con 28 años fue elegido concejal de Pontevedra por Alianza Popular (AP) hasta su elección como vicesecretario general del nuevo PP, después de haber sido dos años vicepresidente de la Xunta de Galicia. Encargado de los asuntos institucionales, su posición lógica en un Gobierno del PP sería la cartera de Administraciones Públicas.

El cuarto hombre, Javier Arenas, es un fichaje personal de Aznar. Sevillano, de 35 años, y abogado de profesión, -aporta al equipo el toque: centrista. Arenas, de clara filiación democristiana, fue dirigente de las juventudes de UCD, antes de marcharse con Manuel Clavero en desacuerdo con el planteamiento del referéndum de autonomía. Es vicesecretario general y controla el área electoral y de imagen. Su papel en un Gobierno sería el de portavoz del Ejecutivo, desde la cartera de Relaciones con las Cortes.

No obstante, todas las quinielas sobre un Gobierno presidido por Aznar que circulan en el entorno del partido y la adjudicación de posibles ubicaciones a los cuatro citados tienen un fallo de base. Ninguna formación política podría prescindir a la vez de toda la cúpula de su estructura. Alguien tendrá que quedarse para asegurar la continuidad y aprovechar las posibilidades de implantación y crecimiento que ofrece la llegada al poder.

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Por otra parte, Aznar mantiene el criterio de que llegada la hora" designará a quienes crea mejores, estén o no en el partido. El presidente del PP cree que es bueno que alguno o algunos miembros del Gobierno no procedan de la militancia política.

Quien no opta a cartera es el quinto participante en las reuniones de Génova 13, Miguel Ángel Rodríguez. Con menos de 30 años, es el más joven de todos. Procedente de la izquierda, conoció a Aznar en Valladolid, cuando el primero presidía la Junta de Castilla y León, y se vino con él a Madrid como jefe del gabinete de prensa y asesor de imagen.

Tras los colaboradores inmediatos, existe un segundo círculo de confianza más numeroso, cuyos criterios Aznar consulta y escucha, aunque con menor asiduidad. De este círculo deberían salir algunos ministros. Por ejemplo, Marcelino Oreja, ex presidente del Consejo de Europa, es un claro candidato para Asuntos Exteriores. Federico Trillo, vicepresidente segundo del Congreso de los Diputados, suena para Justicia o para la presidencia de la Cámara baja.Jaime Mayor Oreja, presidente del PP vasco y encargado de defender la ponencia de Justicia e Interior, representaría una opción de flexibilidad en la cartera que ocupa José Luis Corcuera y asegura un buen conocimiento del terrorismo de ETA y una relación con las fuerzas políticas de Euskadi. Luis Gámir, que coordina los trabajos sobre economía del partido, tiene opciones para ocupar Industria u Obras Públicas y Transportes, mientras la diputada andaluza Celia Villalobos cuenta entre los candidatos a un ministerio de Trabajo que absorbería Asuntos Sociales.

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