Médicos de Gerona denuncian la ablación de clítoris a una niña gambiana
La dirección médica del hospital Josep Trueta de Gerona ha denunciado ante el juzgado de guardia la detección de una ablación de clítoris practicada en una niña gambiana cuya edad e identidad no fueron facilitadas. La detección de la ablación, operación consistente en la extirpación del clítoris que practican algunas tribus africanas, se produjo cuando los médicos examinaron los síntomas de una anemia en la niña, que reside con sus padres, inmigrantes gambianos, en Banyoles (Gerona).Es el segundo caso de estas características advertido en menos de 10 días en Cataluña. La semana pasada se denunció la misma practica en Mataré (Barcelona), donde el juzgado instruye diligencias porque dada la edad de la niña puede suponerse que la operación se realizó en España, al igual que en el caso de Banyoles, detectado también por el hospital a principios de la semana pasada.
La ablación del clítoris es práctica común entre algunas tribus africanas a pesar de que oficialmente está prohibida en Gambia, país de los padres de las dos niñas. La intervención, llamada thair, restringe el placer sexual. Los miembros de las tribus en las que se realiza este ritual no aceptan los alimentos preparados por mujeres que no tengan el clítoris extirpado. En España esta práctica está condenada por el código penal y la discusión jurídica se centra en su tipificación como un delito de castración o de lesiones. En el caso de Banyoles, la ablación es, de las tres modalidades posibles, la más completa en lo que se refiere a la parte extirpada. Ambas niñas tienen cicatrizadas las heridas de la operación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.