Holanda despenaliza parcialmente la eutanasia activa
Después de dos décadas de discusiones, la eutanasia protagonizó ayer su debate definitivo en el Congreso de los Diputados de Holanda. El proyecto de ley elaborado por el Gobierno de centro-izquierda, con mayoría en la Cámara, la mantiene en el Código Penal como delito punible, pero sin perseguirla en la práctica bajo ciertas condiciones. La votación final puede producirse en los próximos días, pero el apoyo gubernamental le asegura ya al texto su inclusión en la normativa holandesa. La práctica será evaluada oficialmente dentro de tres años.
Aunque al cierre de esta edición los parlamentarios seguían discutiendo ya no había tiempo para sorpresas. La oposición aprovechó sus intervenciones en una sesión maratoniana para defender en bloque la supresión de la eutanasia del Código Penal. Los grupos confesionales fueron los únicos contrarios a su misma esencia.Casi un 2% de las muertes registradas al año en Holanda son casos de eutanasia. Los médicos reciben 9.000 peticiones anuales y, en otras 400 ocasiones, el enfermo es ayudado a concluir él mismo su vida.
Estos datos proceden del informe presentado en 1991 por Jan Remmelink, fiscal general del Estado, al Gobierno. El último sondeo sobre el particular, efectuado la pasada semana, revelaba que un 80% de los ciudadanos es partidario de despenalizar la eutanasia.
Precisamente sobre ese punto, su despenalización pero con límites, gravita el compromiso alcanzado por fin por cristianodemócratas y socialistas en el poder. Los primeros han conseguido mantener la eutanasia en el Código Penal como un delito punible con penas de hasta 12 años de cárcel.
Sin embargo, el hecho de que el médico pueda evitar el rigor de la ley elaborando un historial completo y demostrando que la situación y voluntad de morir del paciente no dejaban otra opción, es la contribución de los socialistas a liberalizar la eutanasia.
En la práctica, los médicos contarán con un detallado formulario legal, establecido por el propio Gobierno, donde incluir los detalles de su relación con el enfermo y las consultas con familiares y otros colegas sobre la petición de eutanasia. La laguna más visible creada por dicho acuerdo político es la poca diferenciación efectuada entre el acto de poner fin a la vida a petición del paciente o de hacerlo sin ésta.
Es el caso de bebés que sobreviven sólo gracias a modernos sistemas de respiración o alimentación. Y de los enfermos psíquicos muy graves o en coma profundo, incapaces de expresar sus deseos. "En esta situación partimos siempre de la posible existencia de un delito. El médico tendrá que demostrar que no lo hubo", señaló Ernst Hirsch Ballin, ministro de Justicia, durante el debate de ayer.
Que el mismo cuestionario pueda ser utilizado para todos ha impulsado la mayoría de las protestas de la oposición. La misma considera "factible que la práctica de la eutanasia se desborde si contamos con un solo procedimiento para anunciarla".
Zonas oscuras
Para algunos médicos, juristas y expertos en ética, las zonas oscuras en la aplicación de la eutanasia no saldrán a la luz con la nueva ley. Ante un solo formulario, dicen, muchos médicos pueden no entender que para el Gobierno sí se trata de actos distintos. En consecuencia, tenderán a cumplimentarlo de la forma menos arriesgada para ellos.
Para la Conferencia Episcopal holandesa y la comunidad judía ortodoxa, la aprobación del proyecto de ley supone un auténtico atentado.
Los obispos católicos han remitido tres cartas al Congreso en los últimos 15 meses. Piden el mantenimiento de la eutanasia como un acto criminal, "porque quitarle la vida a otro es eso mismo, matarle".
El partido socialista ha replicado que no defiende la transformación de la eutanasia en práctica médica normal. "Los obispos parecen haberse confundido o vivir en otra era", han señalado sus portavoces.
Para los democristianos la nota episcopal supone, por el contrario, un apoyo en sus esfuerzos por suavizar la norma pero sin liberalizarla completamente.
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