Los abetos recogidos en Navidad se mueren apilados

La campaña municipal de recogida de árboles navideños se demuestra infructuosa. Los madrileños son poco receptivos -sólo se entregaron 1.300 abetos, casi 3.000 menos que el año pasado- y las autoridades poco eficientes: el 97% de los ejemplares recuperados están amontonados en un vivero en la Casa de Campo para ser incinerados. El Ayuntamiento empleó el equivalente a 252 jornadas de trabajo para acumular un material casi de desecho. CC OO insiste en denunciar que la replantación simbólica que protagonizará el alcalde en marzo se efectuará con abetos comprados.

La concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, ha reconocido siempre que el porcentaje de recuperación de los árboles recogidos es muy pequeño -aunque matiza, sin aportar datos, que mayor del que confirman los sindicatos-, pero suficiente para el esfuerzo que se realiza: "En el futuro esos pocos árboles pueden ser un pequeño bosque". Aguirre efectuó esas declaraciones en navidades cuando la sección de CC OO de jardinería del Ayuntamiento denunció los escasos logros de esta campaña.CC OO hace su propio balance: durante las noches del 11, 12, 13 y 14 de enero, 63 trabajadores del servicio nocturno de limpieza, con la ayuda de 21 camiones del Ejército, emplearon el equivalente a 252 jornadas para hacerse con 1.000 abetos. Otros 280 llegaron donados por los estudiantes de la Escuela de Montes, de los que les sobraron de sus ventas navideñas.

Portavoces de CC OO mantienen que la inmensa mayoría de estos árboles se recuperan secos y dañados. Afirman, además, que actualmente están apilados en los viveros municipales de la Casa de Campo. EL PAÍS ratificó esta acusación este fin de semana. El sindicato sostiene que de todos los recogidos sólo serán replantados un centenar, y la mitad se morirán antes del verano.

CC OO ha criticado que el Ayuntamiento, que organiza esta campaña, tenga que comprar abetos -250 los pasados 11 y 14 de diciembre- a Viveros Raga (una firma privada) para adornar dependencias municipales (189). De esta partida, 145 se han secado y han sido ya incinerados. Los 105 restantes se reservan para el acto simbólico.