El BBV impone a sus empleados un código contra la corrupción

El grupo Banco Bilbao Vizcaya (BBV) someterá a sus directivos y empleados a un código de conducta con el fin de evitar que la entidad se vea involucrada en asuntos de información privilegiada, financiación irregular o corrupción, como el caso Filesa sobre financiación al PSOE, en el que el BBV es investigado. La medida es una "profunda revolución ética en el comportamiento profesional" de todos los empleados, según anunció ayer su presidente, Emilio Ybarra, en la presentación de los resultados de 1992."El entorno social exige una regeneración y la banca española debe dotarse de una nueva cultura corporativa basada en los valores éticos", dijo Ybarra. El BBV incorporará "elementos de autorregulación, voluntariamente asumidos, en defensa de la profesionalidad, la honorabilidad y la ética". Fuentes del banco aseguran que una operación irregular entre sus directivos y empleados supondrá la destitución fulminante.

El proceso ya está en marcha y se concreta en varias normas. Por un lado, se ha actualizado el Estatuto del Consejero, que ya existe en todos los bancos. Por otro, se ha redactado un convenio sobre uso de información privilegiada al que tendrán que someterse todos los directivos del grupo. Además, todos los empleados recibirán un Código de Estilo con los principios en que se centrará su actuación.

El grupo BBV cuenta con unas 1.000 personas con cargos que tienen, en mayor o menor medida, acceso a información considerada privilegiada. El Código de Estilo afecta a unos 28.000 empleados. La decisión del BBV es una novedad dentro del sector bancario privado y se acerca en cierta medida al que ya existe entre los directivos del Banco de España y a los códigos en sociedades de valores y Bolsa.

Sobre el caso Filesa, Ybarra reconoció que Pedro Toledo, anterior copresidente del BBV, encargó a Filesa dos informes -uno sobre contenedores y otro sobre política industrial en la CE- que fueron ordenados por un directivo del banco, "uno antes de la muerte de Toledo y otro después". Ybarra afirmó que no tiene constancia de que ninguno de estos informes fuera recibido por el BBV.